EPISODIO 39:
un brujo sin magia—No. Otra vez no, Alec. ¿Acaso se te olvida lo que sucedió la última vez? —Jace no duda en hacer público su desagrado.
—Esta vez será distinto —le aseguró el azabache. La última vez que habíamos rastreado por este método a Darek había funcionado, quitando el inconveniente de Alexander y su estado de inconsciencia los dos días posteriores.
—Ahora somos conscientes de que tan fuerte es nuestro vínculo.
—Han pasado muchas cosas desde la vez que hicimos el rastreo escrito en el libro —Alexander me miró, y sin quererlo, comportamos una mirada que solo nosotros entendimos—. Nuestro vínculo es lo suficientemente fuerte como para soportarlo, sin que ninguno sufra el riesgo de quedar inconsciente después.
Las palabras salieron con firmeza de su boca. Ahora, más que a Alexander teníamos frente a nosotros al frívolo director que es requerido en situaciones como estas. Y aunque claro que podía a intentar comprender al rubiales, sólo mi esposa y yo comprendimos nuestro vínculo, su intensidad el inmenso poder que corría latente por nuestras venas.
—Prepararé el cubo con el agua y los paños por si es caso —secundó Claryssa, siendo seguida por su parabatai.
En el despacho de Alexander sólo quedamos los dos parabatais y yo. Los dos primeros, parecían mantener una conversación telepática de la cuál yo no era partícipe.
—Jace, esta es una decisión que debemos tomar Alexander y yo. Ni tú. Ni Claryssa. Ni Belle.
Mis palabras fueron duras, pero ciertas. Respetaba su amistad, su relación de parabatais junto su estrecho vínculo forjado por años de convivencia. Pero que él fuera su parabatai, no significaba que pudiera responder o decidir por Alexander. Mucho menos sobre nuestro matrimonio.
—A ti puede no importarte Alec, pero a mí sí me importa. Me importa su bienestar, y volver a someterse a ese rastreo junto a ti es un gran riesgo al cuál no tiene que someterse si encontramos otra manera de localizar a Darek.
—¡Pero no hay tiempo, Jace! —bramo frustrada ante el encaprichamiento del rubio—. Darek ya va pasos por delante de nosotros, no podemos permitirnos encontrar otra alternativa.
Sentía la división de Alexander a través del vínculo. Se trataba de su parabatai y su falsa esposa. Una esposa con la cuál de un día para otro había forjado un vínculo único e inigualable sacado de una leyenda romántica y algo trágica. Pero sobre todo, Alexander es director. Es responsable de decenas de vidas. De mantener seguros a todos los neoyorquinos, poniendo en ocasiones sus vidas por encima de la suya propia. Raziel nos ha creado para dar nuestra vida por otros, e incluso aunque la naturaleza egoísta de los mundanos nos hace actuar como Jace.
—Tú no eres más que una intrusa. En cuanto todo esto se acabe te irás y no volveremos a verte. Alexander no será más que una persona sin importancia de tus recuerdos —Jace dio un paso hacia delante, y yo no me quedé atrás.
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Alec
RandomUna nueva guerra trae consigo a una futura directora en prácticas al Instituto de Nueva York. Bajo la tutela de Alexander Lightwood, Hera pone el mundo del revés. 『alec×oc』 【actualizaciones semanales】