FUEGO
Me desperté abrazado a ella. Estaba abrazado a ella por la espalda. No sabía cuanto tiempo había pasado. Ella aun dormía plácidamente y no quise despertarla, además me sentía genial a su lado. No quería soltarla nunca.
No pude evitar pensar en la guerra que me venía encima. Ella se había asustado verdaderamente cuando se lo dije. No debería haberselo dicho, ahora no podría descansar tranquila cuando estuviera en su casa.
¿Volvería a verla después de la guerra? ¿Habría incluso un después para mi?
Intenté pensar en otra cosa. Ella se movió y se giró para verme, medio dormida.
Yo miré mi reloj. Eran las 7:00 a.m.
-- Buenos días-- Le susurré y le di un delicado beso en la boca.
Ella me sonrió encantada y me devolvió el beso.
-- ¿Que hora es?-- murmuró aun con su voz soñolienta.
-- Las siete de la mañana-- Le respondí acariciando su suave mejilla.
Ella abrió los ojos como platos.
--¿¡Que!? ¡Tengo que volver! ¡Se darán cuenta de mi ausencia! ¿Enserio nos hemos quedado aquí desde ayer?-- exclamó e intentó levantarse pero yo se lo impedí abrazandola más fuerte y atrallendola a mi.
-- No, no te vallas. -- Le dije -- quedate un poco más.
-- Kaled, tengo que irme y tú también. Si descubren que no estamos... ¡O dios Melody ya se habrá dado cuenta de que anoche no dormí con ella!
-- ¿Duermes con una chica? -- Le pregunté socarronamente y esbozando una sonrisa.
-- Comparto cuarto con ella. Kaled tenemos que irnos.
-- Solo un poco más.
Ella pareció dispuesta a objetar pero al ver que me negaba a soltarla suspiró y aceptó.
-- Solo un ratito. -- Me aclaró ella.
Yo la besé cómo respuesta y nos quedamos haí besandonos, saboreandonos el uno al otro. Era una chica encantadora.
La verdad, seguía sin creerme que nunca antes uviera tenido novio. ¡Si era perfecta!
-- Te quiero-- Le dije.
-- Te quiero -- me respondió.
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Hielo contra Fuego. (LIBRO I)
FantasyUna guerra sin fin, muchos peligros y amenazas y un secreto que deberá ser descubierto. Un planeta dividido entre el hielo y el fuego en el que sus habitantes son incompatibles y se odian. Berenice, que es una hielana, se dará cuenta de lo equivoc...