CAPÍTULO 19

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FUEGO

La noticia de la próxima guerra era lo único que se escuchaba en el centro. Y ya me tenían arto con la noticia.

Por otro lado no paraba de pensar en Berenice. ¿Estaría bien?

Hacía ya una semana que no la veía. No había vuelto a ir a la linde y no sabia muy bien por qué. Estaba un poco cabreao porque aún en esos momentos me dolían las manos un poco al tocar algo y eso había sido por su culpa, y por otro lado con el asunto de la guerra nos habían aislado de una manera impresionante. No podíamos salir del recinto sin que los guardias se percatasen. Estaba deseando irme de allí.

Había llamado a mi tío para que me sacara, pero me había dicho que hasta la semana siguiente no podía. Y claro como tampoco era urgente sacarnos del recinto porque este no estaba precisamente cerca de la linde, donde se iniciaría la guerra, pues no había de que preocuparse.

O eso es lo que decían ellos.

Deseaba volver a la linde, ya me había artado de quedarme siempre encerrado en mi cuarto sin hacer nada.

Iría a la linde a desahogarme un poco, y con un poco de suerte ella estaría allí y la vería.

*                                 *                                 *

Salir del recinto sin ser visto no había resultado nada fácil, pero lo había conseguido y ahora caminaba hacia la linde.

Sin embargo cuando llegué me quedé de piedra. Berenice estaba allí, pero no estaba sola. Un chico no mucho más mayor que yo la tenia aprisionada contra el árbol nevado. La estaba besando y a ella no parecía agradarle porque no paraba de llorar.

Entonces Berenice me vió y abrió los ojos como platos. Vi la súplica en su mirada pidiendome que me fuera, pero ya era demasiado tarde. Yo reaccioné y le metí un puñetazo al chico para apartarlo de ella.

Hielo contra Fuego. (LIBRO I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora