CAPÍTULO 25

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FUEGO

--Ei Kaled te he hecho una pregunta.

--¿Eh? ¿Que?-- pregunté sorprendido volviendo en mi. Miré a Kenneth que me observaba con preocuoacion.

-- ¿Tío estas bien? Últimamente estás muy distraído. ¿Te pasa algo?

¿Que si me pasaba algo? ¡Claro que me pasaba algo! Hacía ya 3 días que no veía a Berenice y estaba preocupado. No paraba de pensar en lo que le podría haber pasado. ¿La habría delatado, aquel estúpido niño, de estar conmigo? ¿O no había vuelto a la linde porque se sentía arrepentida por lo que habíamos hecho?  Pero algo en mi interio me  decía que no era por eso sino por algo mucho peor.¿Le habría ocurrido algo demasiado malo como para no poder volver?

No paraba de darle vueltas al asunto. Y me sentía impotente, no podía hacer nada por saber que le habría pasado. Además tenia un mal presentimiento.

-- Eo-- dijo Kenneth pasándo su mano por delante de mi cara -- ¡tío ya te has ido otra vez!-- exclamó.

-- Perdona, esque no me encuentro bien. Quiero estar solo un rato.

-- ¿Es por la hielana?-- adivinó él, yo asentí con la cabeza -- ¿Que a pasado ahora?

-- Hace 3 días que no la veo y estoy preocupado.

-- Ya bueno, tú dejaste de ir a verla una semana entera asique...

--¿Asique que?--

-- Puede que solo quisiera vengarse.-- Él hablaba frío y molesto.

Desde hacía ya una temporada se sentía como molesto cada vez que hablábamos de Berenice. Y eso que eran pocas las veces que hablábamos de ella, porque a mi tampoco es que me encantase contar mi vida amorosa a nadie aun siendo mi mejor amigo.

Pero su comentario me hizo enfurecer ¿cómo podía hablar así de ella? ¡Berenice era una buena chica! No era de esas que te cojian rencor por cualquier tonteria y decidían vengarse!

-- ¡Ella no es así! ¡Nunca haría una estupidez tan grande como esa solo por venganza!

-- No te fíes que te puedes llevar una sorpresa. -- Me respondió él con reproche.

Yo me levanté indignado de la cama y me dirijí a la puerta.

-- ¿A donde bas?-- me preguntó Kenneth cuando estaba a punto de irme.

-- A tomar un poco el aire.

-- ¿Bas a volver a la linde verdad? Aun sabiendo que ella no ba a estar bas a volver. ¡Es de locos!

Yo no respondí, solo me giré y seguí mi camino. Algo me decía que debía ir a la linde. Y que algo estaba a punto de sucederme.

*                         *                              *

Cuando llegué vi una figura femenina  caminando hacia mi dirección. Mi corazón se puso a cien pensando que seria Berenice, pero enseguida me percaté de que se trataba de otra persona.

La muchacha que caminaba a paso lento, como con temor pero decidida a seguir avanzando, me miraba fijamente cómo estudiandome.

Tenía el cabello castaño y los ojos de un tono azul claro. No venia sola. Distinguí, un poco más lejos que ella, una figura masculina que reconocí al instante. El agresor de mi novia.

Rechiné los dientes apretando los puños. ¿Cómo se atrevía siquiera a volver? Esperé a que estuvieran delante mía al otro lado de la linde.

La muchacha habló primero, con un tono de voz que intentaba ser firme pero que en realidad delataba su nerviosismo.

-- ¿Tú eres Kaled?-- me preguntó.

-- Sí, me llamo así. ¿Te conozco?-- dije cruzándome de brazos.

Ella se estremeció.

-- Te lo dije-- canturreó su acompañante.

Yo estaba a muy poco de meterle un puñetazo, pero aguanté la tentación. La muchacha lo miró con desagrado y luego volvió la vista en mi de nuevo.

-- Me llamo Melody y soy amiga de Berenice. -- Dijo ella extendiéndome su mano.

Yo se la estreché sin comprender de que iva todo esto. ¿Por qué habían venido estos dos a la linde? ¿Que es lo que querrían?

Hielo contra Fuego. (LIBRO I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora