CAPÍTULO 27

253 16 0
                                    

HIELO
(MELODY)

Estaba preocupada. Ya hacía tres días que no veía a Berenice. Había preguntado a mis compañeros pero nadie sabía nada de ella. Onofre también estaba preocupado, pero me había dicho que sería mejor esperar un poco antes de tomar medidas drásticas cómo avisar al director. Pues ella, aunque muy pocas veces, ya se había llegado a meter en problemas antes, de los que era mejor que nadie se percatase.

Pero eso había sido el primer día que había faltado. ¡Y ya habían pasado tres! Me levanté de mi cama dispuesta a ir a hablar con el director.

Cuando salí de mi cuarto me topé con la seria mirada de Nekane. Di un brinco del susto.

-- ¿Que pasa?-- Le pregunté con desgana al ver que me miraba fijamente. 

-- ¿Donde está?-- Preguntó él muy serio y enfadado.

--¿Quien?--

-- Berenice. ¿Donde está? ¿No vino aquí a verte?

-- No. Precisamente iva a ir a hablar con el director para hablarle de ella. ¡Hace tres días que no la veo! -- exclamé-- un momento, ¿Acaso tu no te habías dado cuenta de su ausencia?

Solo duró unos segundos, pero aún así yo vi la expresión que puso al oír mi pregunta. Él sabía algo.

--¿Que le has hecho?-- Le grité.

-- Yo no le he hecho nada.-- respondió.

Pero yo no era tonta y lo conocía bastante bien como para darme cuenta de que mentía. Quizá lo conociera más de lo que me gustaría, pero era lo que tenia ser su prima.

Sí, oísteis bien, yo era la prima pequeña de Nekane. Pero no os confundáis, porque no por eso lo odiaba menos que el resto de la gente. Dicen que la familia es lo primero, pero con él yo siempre haría una excepción.

-- No le he hecho nada, solamente quería protegerla. -- Dijo él-- y ahora se habrá ido con ese bastardo.

Eso último lo dijo para sí mismo. Pero ¿de qué estaba hablando?

-- ¿Que estás diciendo? ¿Protegerla? No es por nada, pero precisamente tú no eres la persona más indicada para decir eso. -- Le espeté hechandole una mirada acusatoria.

-- ¿A sí? ¡Pues por lo menos yo no me voy a la linde todas las tardes para quedar con un fogoso!

-- ¿Que? -- Ahora sí que no entendía nada.

-- O que pasa, ¿esque acaso ella no te lo había dicho?-- Preguntó él con tono burlón. -- Berenice se ha estado encontrando con un fogoso en la linde. ¿Y me juzgas a mi de ser una mala persona? Estoy seguro de que él se comportará peor que yo con ella.

-- ¿Que?-- Dije incrédula-- No te creo. Berenice nunca haría algo así. ¡Esto es de locos!

-- Sí no me crees ¿por qué no vas a comprobarlo? Estoy seguro de que te llevarás una gran sorpresa. -- Dijo él divertido.

¡Maldito! ¡Se estaba burlando de mi! Sin embargo sí que tenia sentido. Porque Berenice llevaba muchas tardes desapareciendo, siempre venia con la escusa de haber estado estudiando en la biblioteca, pero yo ya había ido unas cuantas de esas tardes y nunca estaba ni allí ni en ningún lado.

Y la expresión de Nekane me decía que no mentía. ¿Seria posible lo que acababa de contarme él?

-- O, no me mires con esa cara, no te estoy mintiendo. Es más, el chico hasta tiene nombre.-- Dijo él burlón-- Si mal no recuerdo, Berenice lo llamó Kaled cuando nos peleamos.

Espera ¿que también se habían peleado? Pero ¿realmente Berenice me había ocultado todo eso?

Necesitaba saberlo, verlo por mi misma.

-- Está bien voy a ir a la linde. -- Dije.-- Un momento ¿y yo por qué te tengo que dar explicaciones de lo que voy a hacer?-- Exclamé sorprendida.

-- Voy contigo.-- Dijo él.

-- ¡Y una mierda! ¡Tú te quedas aquí a tu vida!

Él se me acercó más y me agarró brusca y fuertemente del brazo.

-- Voy a ir contigo. Es más, si alguno de los dos se quedara esa serias tú, asique más te vale no objetar. -- Me dijo en voz baja, para que nadie lo ollera, y amenazante.

Yo me estremecí.

-- Sueltame-- Le dije en su mismo tono.

Él me soltó pero su aterradora mirada amenazante siguió haí.

-- Bamos-- dijo luego y hechó a andar hacia la puerta de salida.

*                                  *                                *

Después de un pequeño rato caminando llegamos a la linde. Yo iva un poco más adelantada que Nekane, pero no por eso me iva a librar tan fácilmente de él.

Intentaba aparentar firmeza y decisión, pero en realidad estaba nerviosisíma. Ya aun un poco lejos de la linde, pude divisar una figura masculina. Cuando estuve más cerca me fijé en sus ojos marrón fuego y su piel morena, tenía el pelo negro claro, curiosamente como el de Berenice. La verdad es que era un chico muy guapo.

Llegué al fin a la linde y me planté delante de él. Seguía sin querer creerme que Berenice huviera estado con ese fogoso.

-- ¿Tú eres Kaled?-- Le pregunté sin saber muy bien que otra cosa decir.

-- Sí,  me llamo así ¿te conozco?-- me respondió él cruzándose de brazos, con una expresión de pocos amigos.

-- Te lo dije-- canturreó Nekane.

Yo me giré para verlo despectivamente. Tenía unas ganas tremendas de meterle un tortazo, pero me contuve. Luego me giré de nuevo para ver otra vez al fogoso, el cual miraba con odio a Nekane.

-- Me llamo Melody y soy amiga de Berenice-- dije y le tendí la mano para estrecharsela.

No era que me agradara el hecho de tener que tratar de forma amistosa con un fogoso, pero seria la única forma que tendría de averiguar donde se encontraba Berenice y que le había sucedido.

Hielo contra Fuego. (LIBRO I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora