CAPÍTULO 1

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HIELO

-- ¡Despierta Berenice! ¡Despierta!--

Casi me caigo de la cama con los gritos de Melody.

--¡ Vale, vale, ya me levanto!

-- Venga Bere, ¡hoy no podemos llegar tarde!

Era cierto, como llegáramos tarde a clase otra vez nos castigarían muy severamente. Eso era lo malo de residir en un internado, que a la mínima ya te castigaban. Y la directora ya nos había llamado la atención por llegar tarde a clase. No podíamos llegar tarde otra vez.

Me levanté y me vestí lo más rápido que pude, cogí una tostada para comer en el camino hasta el aula y nos apresuramos a entrar en la clase. Pero ya estaba cerrada.

--¡Mierda!-- Soltó Melody.

Ya era demasiado tarde, la clase había comenzado y nosotras no habíamos llegado a tiempo.

* * *

-- ¡ No es justo! ¿ Cómo es posible que nos hayan castigado sin salir en todo el día? ¡ Es sábado!-- Melody estaba que hechaba humo por las orejas.

Yo fruncí el ceño pero no dije nada. Despues de volver a llegar tarde, por tercera vez, el día anterior, nos habían castigado sin salir el fin de semana. Pero la verdad esque a mi me daba un poco igual. Total no tenía nada que hacer ni ningún sitio al que ir.

Miré por la ventana. Allí a lo lejos se veía la franja de humo y ceniza que separaba nuestras ciudades de las de los fogosos. Desde que era pequeña siempre me habían advertido que no me acercara a aquel sitio, que era peligroso y que los habitantes que lo ocupaban lo eran todavía más. Pero de alguna inimaginable y aterradora forma yo me sentía atraída allí, a esa espeluznante zona de humo y ceniza.

Y también notaba que me faltaba algo. Al principio lo había relacionado con la pérdida de mis padres, a los cuales nunca había llegado a conocer, pero de alguna forma sabía que no era eso lo que me hacía sentir tan rara y desconcertada.

Era una sensación extraña que no era capaz de asociarla con nada y eso era algo deprimente para mi pensar.

Un día se lo había comentado a Melody, que hasta el momento siempre fue mi mejor amiga. Ella se rió de mi cuando se lo dije y me dijo que estaba empezando a tener alucinanciones o algo. Se que lo dijo en broma, pero aún así me sentí un poco dolida por el comentario.

Pero eso ya había sucedido hacía tiempo y desde entonces nunca le había vuelto a comentar nada ni a mi amiga ni a nadie.

* * *

Esa noche volví a soñar. Siempre era el mismo sueño. Yo me encontraba en una estancia completamente blanca y oía llorar a unos bebés, mas no podía verlos ni ayudarlos, y entonces de pronto, surgía una gran explosión, pero que en lugar de ser del color naranja del fuego, era una mezcla de este color y el azul. Algo nunca visto.

Era algo que no tenía sentido, más siempre tenía ese mismo sueño.

Por favor boten y comenten.

Hielo contra Fuego. (LIBRO I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora