FUEGO
-- ¿Que os trae por aquí a vosotros dos? -- Dije dirigiéndome principalmente a la muchacha que se hacía llamar Melody y afirmaba ser amiga de Berenice.
Había decidido que mejor ni le dirigiría la mirada al chico que la acompañaba,que en esos momentos estaba a su lado, porque en esos momentos lo último que quería era una pelea.
-- Queremos saber donde está Berenice.-- respondió Melody.
--¿Como? ¿Esque vosotros tampoco sabéis donde está?
-- ¡No mientas! ¡Está claro que Berenice está aquí contigo en alguna parte! -- Exclamó el desgraciado. Y se dispuso a pasar la linde para pegarme.
Pero Melody se lo impedió agarrándole del brazo lo más fuerte que pudo.
-- ¡Nekane ya basta! ¡Deja de comportarte como un imbécil!-- Le chilló.
Conque se llamaba Nekane, al menos ya sabría cómo nombrarlo.
-- No quiero pelear.-- les aseguré mirando esta vez a Nekane, deshaciendo así mi proposito de no mirarlo ni nada.-- y no se donde está Berenice.
Ahora si que estaba preocupado. Si ni tan siquiera su amiga y su agresor sabían donde se encontraba... Quería decir que esta vez la cosa era seria.
-- No te creo-- respondió él chico mirándome fijamente y con asco. Suponía que era la misma forma como lo miraba yo. O puede que incluso peor, porque él no tenía realmente motivos para odiarme, pero yo a él sí.
-- Haber pero si no está en el internado ni tampoco está aquí... Entonces ¿Donde podría estar? -- Dijo Melody pensativa.
Entonces, como si se hubieran sincronizado al mismo tiempo, ambos los dos chicos abrieron los ojos como platos y se miraron atónitos.
-- No, no es posible. ¡No pudo averlo hecho!-- Exclamó Melody.
-- Sí, siendo ella sí que es posible. Esa niña a veces no puede evitar hacer locuras. -- Revocó Nekane.
-- ¿De qué estáis hablando?-- Pregunté exasperado por la intriga, pero mientras lo hacía giré la cabeza para ver al paisaje quemado que ellos observaban con expresión horrorizada y lo comprendí.
Se me calló el alma a los pies. Si Berenice estaba en mi tierra ya podía darla por muerta. En cuanto algún fogoso la viera la mataría, o la capturarian, o sabe Dios lo que le harían. Todo dependería de quien la encontrase.
-- Iré a buscarla. -- Anuncié-- bosotros volved a buestra ciudad y buscarla por allí, alomejor solo se ha ido a alguna parte de vuestra ciudad.-- les dije, pero ni yo mismo me lo creía.
Melody asintió decidida, se había puesto más pálida de lo que ya era. Nekane sin embargo se negó a irse.
-- No, de eso nada. Sabe dios lo que le harás haí en tu tierra. -- Exclamó él evidentemente pretendiendo detenerme y provocarme.
Casi lo consiguió. Pero yo no tenía tiempo para peleas, Berenice era más importante. Asique heché a correr haciendo caso omiso de los gritos furiosos de aquel mocoso estúpido.
Por favor que estea bien, que no la hallan visto. Supliqué. ¡Que no estea muerta!
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Hielo contra Fuego. (LIBRO I)
FantasíaUna guerra sin fin, muchos peligros y amenazas y un secreto que deberá ser descubierto. Un planeta dividido entre el hielo y el fuego en el que sus habitantes son incompatibles y se odian. Berenice, que es una hielana, se dará cuenta de lo equivoc...