No te alejes

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Susan me observaba muy molesta, ella si que es una madre experimentada.

- por favor, lo siento tanto... No quería ocultarte esto pero no puedo dejarlo- ella caminaba de un lado a otro

- pero es un delincuente, un pandillero, te secuestro... daño a tu novio... Pero como es posible, nos dijeron que murio- estaba demasiada alterada, lo cual hizo que Robert se acercara a nosotras.

- que sucede?- observe a Susan suplicando que no hablara

- no te preocupes cariño, estábamos hablando de lo que le sucedió... Lo siento, no me esperaba todo lo que me dijo, ve con los niños- aún desconfiando de su palabra se marchó.

- gracias - ella negó.

- nada de gracias, quiero hablar con ese hombre. Debemos aclarar algunas cosas, no estoy muy segura de que permanezcas al lado de un ex delincuente- bufé y asentí.

- se lo diré, pero no te enojes por favor... confío en ti, por eso te lo dije- y me abrazó.

- lo se y me siento muy feliz por eso- me lleno de besos.

- no sabes el dolor que siento en este momento, ese hombre me ayudó mucho. Me ayuda cada día a no odiar a Carolina... ella solo tomó malas decisiones, pero era una buena mujer que intentaba cumplir sus sueños- Susan sonrió y llego Robert agotado con los niños.

- hermanita, quieres un helado?- Exton también estaba agotado.

- helado no puedo, pero si un batido- el asintió feliz y lo cargue en mis brazos.

- hija no deberías hacer fuerza, recién sales del hospital- dijo Robert preocupado.

- no se preocupe, estaré bien... ademas extrañaba a este principito- y lo llene de besos, el pequeño sólo se reia

- Alex?- Susan me observó preocupada- puedes dejar al pequeño en el suelo? Palideciste en un segundo- frunci mi ceño.

- no me siento mal - pero mi nariz comenzó a sangrar- mierda, no tengo otra canula- y tome asiento - Hermano puedes llamar a Tom para que me traiga una?- asintió y Robert tomó mi mano.

- te ayudare- tomó mi pañuelo y limpio mi rostro- tiene razón Susan... Estas debil- y sentí un fuerte dolor en el pecho- estas bien?- rode los ojos.

- necesito volver a mi casa- Indio colgó la llamada.

- Estas por tener una crisis- y sacó de su bolso mi pequeño maletín de medicinas. Estaba el inhalador- debes cargarla al auto Joseph - mi amigo lo hizo de inmediato.

- señorita sólo debe calmarse- y me recostó en el asiento de atras- deme el inhalador - se lo pidio a Susan y el me ayudó.

-limpia por favor un poco la cánula, debo usarlo si o si... Mi cuerpo no tiene mucho oxigeno- Robert lo hizo y Susan subió para ayudarme.

- aún te duele?- asentí.

- todo esto se hará más frecuente. Mis pulmones y corazón están débiles, ya lo dijo el Doctor. Debo esperar a que el psiquiatra de el informe para que me puedan volver a incorporar en la lista de espera para los pulmones y el corazon- Joseph se había llevado a los niños y Robert sólo comenzó a llorar- pero estaré bien... Ya no tengo propósitos para dejar este mundo- Susan sólo acariciaba mi cabello.

No es sólo un sueñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora