2083 ー NCT

14. acuerdo.

—¿Mark? —soltó Jisung al reconocerlo.

La pareja se separó de un salto al oírlo. Tanto Jisung como Mark se miraron, igual de sorprendidos.

—¿Lo conoces? —le preguntó Haechan a su novio cuando vio que Jisung le había reconocido.

El castaño alternó su vista entre él y el menor, sin saber qué decir.

—¿No...? —dijo con inseguridad—. No, qué va —rechistó y acarició su nuca, sintiendo la incomodidad y los nervios dominarle el cuerpo.

Jisung se dio cuenta, entonces, de la estupidez que había cometido. Sin embargo, su mente estaba tan en blanco como la de Mark.

—Y tú, Jisung, ¿lo conoces? —inquirió el de pelos violeta al menor, frunciendo su ceño al darse cuenta de su expresión de incomodidad.

—¿Qué dices, Chenle? —Jisung giró su vista hacia dentro de casa, fingiendo ser llamado por él, cuando en realidad Chenle ya se había dormido hacía rato—. ¡Sí, ya entro!

Ni siquiera se volvió hacia ellos, sino que, simplemente, corrió de vuelta a casa para escapar antes de seguir cagándola.

Su cuello fue aprisionado por unas fuertes y masculinas manos, y su cabeza chocó contra la pared bruscamente. La oscuridad en medio de ese callejón le impedía ver con claridad, lo que lo hizo sentir más aturdido aún.

—Maldito imbécil. ¿Qué intentabas con decir mi nombre en voz alta? —Mark apretó su cuello con más fuerza. No le gustaba la violencia, le hacía sentir mal, pero si atentaba contra él o cualquiera de los suyos, no dudaba en usarla con todo el potencial que poseía.

Jisung gimió de dolor, intentando quitarse las manos de Mark de encima de su cuello, pero era inútil, Mark tenía demasiada fuerza.

—Perdón... no pensé... antes de... hablar... —dijo con la voz forzada, sintiendo sus cuerdas vocales ser aprisionadas cada vez con más intensidad.

—¿Tienes idea del problema en el que estaríamos si hubieses abierto más la boca? —gruñó, soltando a Jisung por fin, pero acorralándolo con sus brazos en contra de la pared para que no escapara—. Y no lo dijo por mí, lo digo por ti —masculló.

—¿Qué? —soltó Jisung, no comprendiendo.

—¿Por qué no respondes los mensajes y órdenes de Johnny? —lo regañó—. La casa está patas arriba por tu culpa, sabes cómo es Johnny cuando le desobedecen —lo miró con severidad, enarcando una ceja.

Jisung chasqueó su lengua y apartó la mirada, indiferente.

—Y eso a mí que me importa —soltó entre dientes, cruzándose de brazos—. No pienso seguir obedeciendo órdenes de un hijo de papi ambicioso y egoísta.

—Oye —espetó, sacando la pistola del bolsillo de su chaqueta con una maniobra demasiado rápida que Jisung no alcanzó a predecir. De un segundo para otro la boca del arma presionaba su costado. Era cosa de un solo movimiento para que la bala destruyera todos sus tejidos—. Ten cuidado con lo que dices —le reprendió, sintiéndose extremadamente molesto, aunque, en cierta manera, no podía negar que tenía algo de razón.