25. desgarro.

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Ver toda la casa vacía le hizo sentir una presión en el pecho que lo desesperó. Ver que, de todos sus alrededores, Renjun no estaba en ninguno de ellos, le hacía sentirse preocupado, imaginándose inmediatamente lo peor.

Empezó a inquietarse. Esto no era algo usual, no era algo que Renjun haría, ¿o sí? Él siempre estaba merodeando en la casa o a su lado, rara vez estaba solo puesto que siempre hablaba o con Haechan o con Chenle cuando no lo hacía con él, entonces, ¿dónde mierda se había metido?

Subió las escaleras de vuelta al comedor a toda velocidad.

—Renjun no está en ninguna parte —fue lo primero que dijo apenas puso un pie en el segundo piso. Absolutamente todos los miembros le dirigieron la mirada preocupados, a excepción de Jaemin, quien actuaba indiferente ante la situación.

Haechan fue el primero en reaccionar, acercándose a él al ver las temblorosas pupilas de Jeno y la expresión de susto bien marcada en su rostro.

—Tranquilo —le dijo, apoyando ambas de sus manos sobre los hombros del pelirrojo para demostrarle apoyo—, quizás sólo quería estar a solas por un rato, seguro volverá.

La mirada serena de Haechan calmó un poco sus humos, haciéndolo sentir un poco más aliviado, sin embargo, lo inusual de esta situación le hacía sentir inquieto.

Terminó asintiendo con la cabeza, cediendo. A lo mejor sólo quería tener su propio espacio por unas horas, no tenía nada de malo.

—Ven, ayúdanos a guardar las cosas. —Le pidió el de cabellos violetas luego, palpando su hombro.

Jeno accedió, y después de unos minutos, terminó, yéndose directamente hacia su habitación.

Cerró la puerta tras de sí y arrastró lo pies hasta que llegó a su cama, dejándose caer sobre ella. Se quedó mirando hacia el techo, al principio con la mente en blanco, pero apenas olió el olor a lavanda de las sábanas, se acordó de Renjun.

Sentía, no, estaba seguro de que algo aquí no estaba yendo bien. Anoche todo había sido perfecto, casi mágico, entonces, ¿por qué de un momento a otro decide tomarse un tiempo a solas? En realidad, ni siquiera tenía idea de si esa era la situación, porque las horas y los minutos pasaban y Renjun no llegaba.

Gruñó. No se quedaría tranquilo hasta descubrir qué era lo que había sucedido y tener a Renjun frente a él otra vez.

Sacó su teléfono del bolsillo, y marcó su número. Se le revolvió el estómago al escuchar el tono de llamada. Dejó que el pitido se repitiera varias veces...

Pero no contestó.

Cortó, y volvió a marcar su número. Una, dos, tres, hasta diez veces, y en ninguna contestó. Tuvo el impulso de tirar el teléfono contra la ventana, pero se contuvo. Tenía que mantener la calma. Seguro no era nada grave... o de eso trataba de convencerse.

Decidió llamarlo una última vez. Marcó su número, y repitió el proceso. El pitido sonó y sonó, y sonó... y sonó... hasta que dejó de escucharse y...

—¡Renjun! —exclamó cuando no oyó otro pitido. Se oyó un pequeño silencio desde la otra línea.

Lo sentimos, el número que acaba de marcar no se encuentra disponible en este momento.

Fin de la llamada.

Empuñó su mano al sentir la frustración recorrerle el cuerpo. Oh, a la mierda. Iría a buscarlo por su propia cuenta.

2083 ー NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora