Capítulo 5

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Son las 7:30 de la mañana cuando la madre de Renjun entra a su habitación a despertarlos. El menor se levanta completamente desorientado, con los cabellos desordenados y los ojos apenas abriéndose paso para poder ver bien a su alrededor.

La mañana es entre caótica y doméstica. Renjun y Lucas bajan directamente a desayunar tras cepillarse los dientes y hacer sus necesidades en el baño, sentándose en la mesa a desayunar. Renjun tiene los ojos arrugados, pero al menos está más activo, a diferencia de Lucas, quien parece luchar por mantenerse despierto en su asiento. La madre de Renjun los mira y sonríe enternecida. El padre de Renjun es igual cada vez que está recién levantado.

Supone es de familia.

Desayunan con tranquilidad, mientras hablan de cualquier cosa para pasar el tiempo. A las 8:10am se levantan de la mesa y ambos jóvenes se dirigen a hacer lo que les corresponde. Lucas va a encender el auto para calentarlo, y Renjun va a arreglarse y bajar su maleta.

El rubio se da una ducha rápida y se pone algo simple; un pantalón de mezclilla, una camisa blanca y unos tenis del mismo color. Busca su cepillo de dientes, una toalla, su desodorante y su cargador, guardándolos todos en su maleta, para después colgarla sobre su hombro. Mira su billetera en el escritorio, pero decide no llevarla. En cambio, toma la bolsa con sus obsequios del día anterior y los lleva fuera de su habitación.

Baja las escaleras nuevamente y su madre lo sigue afuera para despedirse de ambos. El auto está encendido con el motor rugiendo tranquilamente al estar en calma. Lucas lo espera fuera de éste, y se dirige a donde su tía para darle un beso en la mejilla. ―Gracias, tía. Nos vemos más tarde ―le dice. Ella asiente.

Renjun la abraza y ella le regresa el abrazo. ―Adiós, mamá. Cuídate mucho. Volveré en unos días ―ella le da un beso en la frente y lo suelta.

―Cuídate mucho también. No salgan en la noche, allá es más peligroso. Me llamas cuando llegues ―él asiente mientras escucha atentamente―. Te voy a extrañar ―dice ella con un puchero.

Renjun sonríe. ―Vuelvo el viernes, no te preocupes ―responde él.

―Imposible ―dice ella entre divertida y triste.

Renjun y Lucas suben al auto, se acomodan el cinturón de seguridad y mientras el menor se despide una última vez de su madre, el mayor toma la maleta del rubio y la arroja a la parte trasera. Su madre los ve marcharse cuando el auto arranca y suspira.

El camino es tranquilo, con ambos chicos comiendo de los snacks que Renjun llevó precisamente para el camino. El rubio come de unas papitas picantes en su regazo y el mayor toma una cada tanto al estar manejando. Tardan unos 10 minutos en llegar a casa de Chenle, y su grupo de amigos salen tras recibir un mensaje del rubio. Todos llevan maletas llenas de ropa o cosas de uso personal, e incluso tomaron la misma de idea que Renjun y llevan una bolsa con sus regalos dentro.

Mark y Jisung acomodan todas las maletas en la parte trasera. Haechan y Chenle discuten por el asiento de copiloto, pero Renjun les recuerda que Mark tiene que dirigir el camino. Lucas se ríe divertido ante sus muecas molestas.

Finalmente; Renjun, Haechan y Chenle van en los asientos traseros, Jisung en la parte de la cajuela para cuidar las maletas y Mark en el asiento del copiloto. Todos comen de la gran bolsa de Renjun, con música entretenida de fondo. Algunos cantan más alto que otros, riendo ante la voz desafinada de algunos. De vez en cuando Chenle y Haechan le pasan un dulce al menor, y preguntan por cómo se encuentra.

Después de media hora, llegan a la casa de Mark. La casa es grande, quizá como la de Renjun. Tiene el patio delantero lleno de flores que seguramente Taeyong se encargó de plantar y cuidar. Es muy bonita, pero no es eso lo que llama la atención del rubio, sino el terreno. Es grande, muy grande. Del tamaño de un estadio quizá. No hay nada más en todo el lugar que no sea la casa de Mark y los bosques a sus costados.

Celestial [NoRen / RenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora