Para Renjun cada día era emocionante, ya que, aunque no fuera a citas diariamente, el par siempre parecía tenerle algo preparado; unas palabras, un pequeño detalle, una acción, o cualquier otra cosa con la que salieran debajo de la manga.
Fue algo nuevo para Renjun, tener tanta atención de parte de personas que buscaban hacerlo feliz más allá de la amistad. Él nunca había tenido realmente amigos, y mucho menos pretendientes. Así que parte de él no sabía qué hacer cada que Jaemin soltaba algún apodo cariñoso, o decía palabras cursis; o cuando Jeno le daba un beso en la mano, o tomaba ésta con mucha delicadeza.
Le confundía, pero al mismo tiempo le hacía feliz.
Los días seguían de igual manera, tranquilos y entretenidos para el rubio, quien esperaba ansioso, y tímido al mismo tiempo, el poder ver qué le deparara el día.
Hay momentos donde realmente está tentado a invitar a alguno de los dos a una pijamada, pero el bochorno que siente cada vez que recuerda el cómo pensó en Jeno cuando estaban solos en su habitación, o aquel momento donde estuvo a punto de aceptarle un beso a Jaemin, le hacen detenerse por completo; rojo de vergüenza.
Todo estaba en una armonía pacifica que llenaba a Renjun de felicidad y gozo a cada momento que pasaba con el par. Sintiéndose querido y completo en gran medida. Al rubio le gustaba en demasía todas las emociones que sentía cuando se encontraba con ellos, y en algún punto llegó a pensar que sí así eran las cosas en unos pocos meses, cómo serían cuando pasara más tiempo.
Las cosas llegaron a su cúspide cuando Haechan hizo la pregunta que el rubio había estado ignorando por mucho tiempo. Fue involuntario, claro. Renjun era distraído por naturaleza, y sus emociones solían pasar desapercibidas sin que éste se diera cuenta, así que no es del todo su culpa.
Era viernes y estaban en casa de Renjun, teniendo una pijamada con Haechan y Mark. Jisung y Chenle habían salido a una cita a la ciudad vecina, y Jaemin y Jeno habían tenido planes cada uno de cosas que no comentaron al respecto.
Haechan estaba hojeando sus libretas –ya repletas- de dibujos, recostado en la cama mientras Mark trataba de buscar algo para ver en el computador del rubio en el escritorio. Renjun llegó con unos cupcakes que su madre le había dado para ellos.
Haechan tomó rápidamente el de vainilla, dejando los dos de chocolate para el par. Mark aceptó uno de los cupcakes, rodando los ojos ante las acciones de su mejor amigo. Renjun se sentó en la cama, comiendo con diversión el pastelillo que quedaba.
―Y dime, Renjun ―comenzó el moreno. Mark volvió a su asiento en el escritorio. Renjun murmuró en respuesta mientras comía―. ¿Ya decidiste a quién vas a elegir? ―preguntó con curiosidad. Mark se detuvo de darle otro bocado a su cupcake ante lo dicho por el menor.
Renjun tragó su pastelillo con tranquilidad, confundido ante la pregunta de Haechan. Sus ojos se abrieron enormemente cuando se dio cuenta de a qué se refería.
No lo había pensado. No se había dado cuenta de lo rápido que volaba el tiempo junto a ellos. Había disfrutado inocentemente de la atención que el par le brindaba, que ni siquiera se le pasó por la cabeza la incógnita sobre a quién tendría que elegir. Diablos, debía verse como un idiota jugando a los dos bandos.
―Yo no ―dijo con nerviosismo―, no lo había pensado. No es que no haya querido, sólo... ―tragó saliva, sintiéndose acorralado de pronto.
―Hey, no pasa nada ―dijo el mayor, pasándole un brazo por los hombros. Le envió una mirada al moreno―. No te estamos juzgando, Renjun ―trató de tranquilizarlo.
Haechan asintió, dándose cuenta de la ignorancia del rubio hacia el tema. ―Tranquilo, no tienes que responder la pregunta. No necesitamos hablar de ello ―dijo con parsimonia.
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Celestial [NoRen / RenMin]
FanfictionPrimer libro de la trilogía "Celestial". Cuando Renjun tenía 7 años, su abuelo le dijo que algún día haría grandes cosas por el mundo. Le habló de la existencia de la magia, de criaturas malas y peligrosas, y de muchas otras cosas que hicieron a Ren...