El club del pasillo 66 #1 ✔️ En edición

Capítulo 23 (2/2)

El camino al centro de Scarville no fue tan pesado de lo que imaginé, Jeffrey puso música, Rory maldecía y West estaba callado. Pude sentir su mirada en el retrovisor todo el camino. Lexi iba con su moto rosa a nuestro lado y Zev iba detrás de ella.

Llegamos. Los chicos nos dejaron unas cuadras antes para no levantar sospecha. Todos nos miraban, y cómo para no hacerlo.

Joder, está que explota.

La puerta principal hay dos guardias de seguridad y una fila infinita que ocupa toda la vereda. Con Lexi nos encontramos en la esquina, sus ojos son inexpresivos, vacíos. Estar aquí de nuevo debe ser horrible, todo lo que tuvo que pasar.

—Hay una puerta especial por dónde entran las chicas, por lo que recuerdo sólo hay un guardia allí, no será tan difícil de ingresar. —Habla monótona.

Asiento y estiro mi cuello para comprobarlo, y tiene razón, un guardia que parece el increíble Hulk se encuentra en la puerta.

—¿No te reconocerán? —Susurro.

Lexi esboza una sonrisa y me mira.

—Ahí es donde tú lo distraes.

—¿Yo? Apenas sé por qué Mike está conmigo ¿y tú quieres que yo saque mi lado seductor? —Arqueo mis cejas.

—Es exactamente lo que quiero.

Suelto un exhalación y pienso como mierda voy a enamorar al increíble Hulk.

—¿Puedo pedirte algo, Blair? —Su voz sonó firme.

—Claro.

—Esta noche no seas tú, sé esa chica que le importa todo una mierda y haga lo que sea para vengarse y hacer justicia. Te pido que dejes tú moral y cordura de lado por esta noche. Quiero que seas la verdadera Blair ¿Vale? —Todo sonó como un ruego.

Si quiero hacer esto bien tengo que dejar todo de lado, inclusive mi moral. Me propongo que esta noche no sea yo la que haga todo lo que sucederá sino otra persona, luego de que esto termine borraré todo lo que hice.

Entrelazo mi mano con la de ella.

—Hagamos esto bien. —Expreso con confianza.

Lexi y yo empezamos a caminar hacia la entrada, empujamos a algunas personas y finalmente, llegamos.

—Invitación. —Nos pide el guardia.

Lexi le entrega dos papeles y se queda mirando a Lexi. Mierda.

—Vamos... —leo el cartel colgante con su nombre. —Chuck, no tenemos toda la noche.

—¿Contraseña?

Mierda ¿Hay contraseña?

—Leopardo. —Contesta Lexi.

Chuck no para de mirar a Lexi. Me adelanto y le doy un beso lento a Chuck en la mejilla, este atrapa mi atención y Lexi aprovecha para pasar.

—Gracias, nos vemos luego. —Arrastro mis palabras y le guiño un ojo.

No pierdo tiempo y entro. Hay una pequeña sala de espera y luego chicas yendo y viniendo de un lado a otro. Puedo distinguir que hay chicas demasiado pequeñas para estos lugares. La impotencia creció en mí.

—Hey, —Lexi me saca de mis pensamientos. —por aquí.

Sigo por donde ella se va y abro la puerta. Un aroma a tabaco y alcohol invade mis fosas nasales, provocando una mueca de mi parte.

Estamos en el salón principal.

El lugar está lleno de mesas y pequeños escenarios dónde varias chicas menean su cuerpo al compás de la música. Las luces rojas le dan el ambiente un aire de deseo y perversión. Hay una barra al final del salón y a mi derecha hay una escalera que lleva a lo que parecen habitaciones.