El club del pasillo 66 #1 ✔️ En edición

Capítulo 31

Me ahogo.

Mis piernas y brazos están cansados de luchar para alcanzar la superficie. No creo que pueda a aguantar el oxígeno por mucho tiempo más, mis pulmones están llenos de agua y cada vez que intento respirar siento como si respirase fuego.

La corriente es demasiado fuerte. Mi cuerpo impacta contra varias rocas y dejan cortes en mi piel. La lluvia lo empeora todo, el río se va desbordando lo cual me cuesta aún más llegar a la superficie. Muevo mis brazos e intento, juro que intento de volver a la superficie.

Escucho voces, gritos, pero no logro distinguir qué dicen o quiénes son.

Me doy por vencida y con lo horrible que suena, decido cerrar mis ojos.

¡Empieza a nadar maldito pez porque yo no quiero morir!

Me hubiera reído de su comentario si estuviera en otra situación.

Pero todo empeora cuando empiezo a tener alucinaciones.

Siento como una mano atrapa mi tobillo, otra mi brazo y otra mi cabeza. Mi cuerpo es controlado por aquellas manos que me llevan a la superficie, o eso es lo que mi mente cree.

¡Puedes dejar de insinuar de que te estás muriendo y prestando atención a lo que está sucediendo, estúpida!

Y eso hago.

Mi cuerpo es rodeado por dos cuerpos quedando yo en el medio de ellos. Mis ojos siguen cerrados y mi cabeza apoyada en un hombro. Escucho que pronuncian mi nombre pero todo es un eco para mí.

Blair

Blair

Blair

Tres voces diferentes. Estoy todavía dentro del agua pero mi cabeza y parte de mi torso están afuera. La corriente sigue llevándome en contra de mi voluntad pero alguien me sostiene.

—¡Blair! —escucho como gritan en mi odio.

Mi mente reacciona y al segundo que abro mis ojos empiezo a toser y a largar todo el agua que tengo. Asimismo, una pequeña ola hace que me entre agua por mis fosas nasales. Me aferro a los cuerpos que me sostienen y logro identificar quienes son.

—Blair ¿Me escuchas? —exclama Zev agitado.

Giro mi cabeza a la izquierda y encuentro al pelinegro sosteniendo mi brazo que se encuentra alrededor de sus hombros. Asiento con la cabeza o eso trato. Giro para el otro lado y me encuentro a West. Sus ojos verdes se encuentran concentrados en sus movimientos para poder seguir flotando y a su vez sosteniéndome a mí. Y adelante mío está Mike, él va en la cabecera gritándole indicaciones a Zev y a West.

—¡Pasaremos la cascada de allí y encontraremos la orilla! —informa

—¡Entendido! —contesta Zev.

Mi respiración sigue siendo irregular y puedo sentir cantidades de agua dentro de mí.

—Necesito que aguantes la respiración solo unos segundos al pasar debajo de la cascada ¿Puedes hacerlo? —me comunica West.

No puedo hablar porque sé que voy a vomitar agua, así que solo me queda asentir.

Cada vez nos acercamos más a esa cascada que había dicho Mike.

—A la cuenta de tres...

Un trueno resuena en el bosque.

—Dos. —sigue Zev.

Trueno.

—Uno...

Trueno.

—¡Respira hondo, Blair! —grita Mike.