Capítulo 11

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Este capítulo contiene escenas fuertes de auto lesión. Por favor, esto está mal y si alguien está pensando en lastimarse o lastimar a otro, HABLE CON UN PROFESIONAL O CON ALGUIEN DE CONFIANZA.
Esto es ficción, pero también quiero tratar problemas reales.

El efecto de la droga me mantuvo ida todo el camino de vuelta, luego de lo ocurrido salimos por una puerta trasera y escapamos. Hicimos unas cuadras y se empezaron a escuchar gritos desgarradores de horror, traté de mirar hacia atrás, pero Mike me lo impidió.

Las píldoras dejan de funcionar cuando llego a la casa de Mike. Perdón, llegamos. En plural. Todos, menos Zev quién se fue antes de que lo pudiera notar, entramos a la casa de mi novio. Sus padres no están en la casa lo cual nos facilita mucho más toda la situación.

Abro la puerta de Mike de un portazo y siento mi corazón latir con fuerza. El aire abandona mis pulmones con rapidez y siento que me desmayaré. Siento un hormigueo en mis extremidades y columna. Abro mi boca para buscar oxígeno, pero se me es imposible. Una oleada de calor y mareo hace que me tambalee y Rory, que se encuentra a mi lado, me sostenga.

—Woow, chicos, creo que tenemos un problema —dice, Rory.

Mike me saca de los brazos de Rory y trata de sostenerme pero yo lo hago a un lado.

Vamos Blair, sé fuerte.

—¿Qué le está pasando? —musita, Lexi, preocupada.

—Le está dando un ataque de pánico —contesta, West, aburrido.

Trato de subir las escaleras dirigiéndome al baño de Mike y hago caso omiso a sus preguntas. Tratando de mantenerme de pie, entro al baño y cierro la puerta con traba. Mi cuerpo cae en el suelo y mis lágrimas empiezan a salir desconsoladamente. Miro mis manos temblorosas, piernas, ropa, todo manchado con sangre.

—Maté a alguien —jadeo.

Acabo de terminar con la vida de alguien.

Exacto, me alegra que sepas el significado de matar. Una "A+" para la señorita Adren.

Me impulso para levantarme y me sostengo del lavabo. Llevo una mano a mi boca, ahogando un grito, cuando veo mi reflejo. Mi cuello y top estaban completamente teñidos de rojo, mi abdomen contiene algunos manchones y mis piernas estaban de la misma manera. Entre llanto y jadeos, abro la canilla y empiezo a limpiarme. Mis unas se clavan en mi piel dejándome largos rayones rosados.

Los ojos de aquella chica clavados en mí no se van de mi cabeza. En la forma de que pedía ayuda y rogaba por su vida, indefensa.

Se lo merecía, Blair.

—No, no se lo merecía. —Mis manos tironean mechones de mi cabello —. Y aunque haya hecho algo malo, no soy nadie para decidir sobre la vida de alguien —murmuro.

Le hizo la vida imposible a Jeffrey, lo maltrató y lo lastimó, física y mentalmente.

—Soy una asesina —digo entre llanto.

Me saco la ropa y la tiro al suelo con frustración, quedándome en ropa interior. Mi brasier apenas tiene una gota de sangre y empiezo a limpiarme la sangre de mi abdomen. Las lágrimas borronean mi vista.

Mis pensamientos están ciegos.

¿Qué clase de persona soy?

Una que sobrevive.

Cierro mis ojos y jalo mi cabello tratando de no escuchar a Blake. Mi cabeza ya está empezando a doler de tanto llorar y pensar.

Tengo una idea.

El club del pasillo 66 #1 ✔️ En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora