El club del pasillo 66 #1 ✔️ En edición

Capítulo 46

Dicho y hecho.

Soy la primera en levantarme, son las nueve de la mañana y Mike sigue durmiendo, a West no lo encuentro en toda la casa, supongo que ha salido a quién sabe dónde. No me preocupo, ya que hace unas horas confesó que su plan desde el principio ha sido matarme. Tuvo muchas oportunidades para hacerlo, y aun así no lo hizo.

Antes de despertar a Mike, bajo las escaleras y prendo la televisión. Llevo mi mano en la boca mordiendo mis nudillos. Pongo las noticias y como es de esperar, mi rostro, el de India y Mike aparecen en primer plano. El título es: Tres sospechosos de los misteriosos homicidios.

Por lo menos pusieron una buena foto.

Revoleo los ojos ante su comentario y la apago sin querer escuchar otra palabra más de aquella periodista. Estoy subiendo las escaleras cuando mi celular suena. Me quedo parada en la mitad de la escalera y saco mi celular que se encuentra en el bolsillo trasero de mis jeans.

Número privado.

Pulso la notificación del mensaje y me salta directamente a un video.

Oh, Dios mío.

Mi sangre se hela, mi corazón deja de latir y ahogo un grito cuando me tapo mi boca. Todas las emociones y sentimientos se disparan causándome mareos. Me caigo seca en la escalera, sentándome, ya que no puedo sostener el peso de mi cuerpo. Las lágrimas empiezan a caer cuando veo el rostro golpeado de forma violenta de India. Su boca se encuentra amordazada mientras grita sin pronunciar una palabra audible. Su estado es terrible, está demacrada y sucia. Pero entiendo su intención: No vengas. No caigas.

Iba a empezar a subir las escaleras para llamar a Mike pero alguien habla, su voz sale con un efecto distorsionado. No reconozco su tono ya que ni siquiera se encuentra en el plano de India.

—Blair Adren, la chica de dos personalidades, que vio a sus padres morir en frente de ella. —Se ríe —Como puedes apreciar en este hermoso video, tengo a tú hermana, me contó un pajarito que la aprecias mucho. ¿Será eso verdad?

Alguien le da un golpe en la mejilla callándola.

—Sí quieres recuperar a tú hermana, sólo tienes que seguir los simples pasos que te diré. Si no lo haces o me entero que me engañas... No será bueno para India. —Amenaza —Harás lo siguiente: Hoy a las tres y media de la tarde vendrás, sola, al Instituto e iras al pasillo 66. Luego, te daré a tú hermana pero claro, no tendré a nadie que matar y eso es aburrido. ¿Qué tal un vida por vida? Tú me das la tuya en cambio de la de India. Fácil. Recuerda, si vienes con alguien, no dudaré matarla. Tienes seis horas. Adiós, mi pequeña.

El video deja de reproducirse y estoy segura de que no puedo moverme. Sus palabras son dagas ardiendo clavándose en mi estómago. Mi cabeza está en un trance que no me deja respirar. Guardo el celular y me paro sosteniéndome de la barandilla. Hubo una frase que utilizó: "... me contó un pajarito..." Esa frase solo la utilizaron Marcus y West.

West no está y Marcus tampoco.

Un torbellino de emociones, de las malas, crece en mí parando mis lágrimas y haciendo que piense en frío. ¿Cómo pude ser tan ciega? Él mismo me lo dijo, todo esto es un juego para él. Anoche solo quería confundirme ¡Me odio!

Vida por vida.

Voy a morir.

Pero voy a pelear hasta el último aliento.

Me levanto y entro a la cocina, abro el cajón de los cuchillos y saco el más afilado pero discreto posible, no puedo caminar por la vida sosteniendo un cuchillo de matadero, y menos cuando toda la maldita ciudad me está buscando.