El club del pasillo 66 #1 ✔️ En edición

Capítulo 22

El camino fue silencioso, gracias a Dios. Cuando vi a Zev y a West mis nervios despertaron un comportamiento inquieto muy notorio. Mike intentó entablar una conversación pero todo llevaba al mismo lugar: yo contestando con un "Sí", "No", "Claro". Mis manos estaban frías y jugueteo con mi anillo, mi pierna estaría moviéndose si Mike no tuviera su mano en mi muslo.

El coche de Zev encabezaba la fila, luego el de Jeffrey y por último nosotros. El cielo ya está oscuro y las estrellas empezaban a ser las protagonistas del hermoso azul. En el camino tuve unos minis infartos cuando Jeffrey hacía una maniobra peligrosa y nos obligaba a frenar bruscamente. A decir verdad, me divertía escuchar las maldiciones—gritos —de Rory. En los asientos traseros podía divisar a West y a Lexi juntos, ella recostando su cabeza en el hombro de su compañero ¿O pareja? Ya no sé ni qué son.

Después de tres horas de viaje, entramos a la ciudad de Scarville. Unas fuertes luces fluoresentes en un cartel nos dan la bienvenida al reconocido pueblo. Nunca visité Scarville, mi conocimiento de esta ciudad en nulo. Como es un fin de semana hay mucha gente en la calle pasando una hermosa noche bebiendo, riendo, escuchando música, y muchas cosas divertidas.

—Es difícil imaginar que una ciudad así contenga prostíbulos. —comenta Mike.

Niego y suelto una risa sin gracia.

—Las apariencias engañan. —murmuro.

Zev sigue conduciendo hasta casi las afueras del centro, allí había un pequeño pero lujoso hotel.

—Tiene que estar bromeando. —suelta Mike.

—Creo que no lo hace. —respondo cuando el coche de Zev estaciona en la entrada del hotel.

En la puerta del hotel hay dos personas paradas esperando a Zev. Sus apariencias dan miedo, uno de ellos está cubierto de tatuajes y perforaciones por todo el rostro y si compañero solamente tiene tatuajes y una mirada aterradora. Nadie salió de sus coches hasta que Zev hizo un gesto con su mano de aprobación.

Abro la puerta y tuve que dar un paso hacia atrás ya que alguien salió al mismo tiempo que yo. No hace falta aclarar de quién se trata cuando les diga que sus ojos verdes se clavaron en mí. Cierro la puerta de un movimiento brusco y escucho su irritable risa.

Zev se acerca a nosotros —Ya está todo arreglado, nos esconderemos aquí. —señala el hotel.

Alzo mis cejas, sorprendida.

—¿En un hotel? ¿Dónde cualquiera puede encontrarnos y delatarnos? Qué gran idea. —exclamo sarcástica.

Zev me da una mirada asesina.

—No, querida primita. Nadie nos delatará, me tienen miedo. —indica orgulloso.

—¿Y?

—Tú más que nadie sabe lo que hace una persona que tiene miedo... Obedecer.

Aquello me puso de mal humor, sabía que hablaba de mí y de mis acciones. Lo odio. Rory da un aplauso para cortar la tensión, llamándonos la atención.

—Tenemos que entrenar, a mover sus culos. —insiste Rory y todos nos ponemos en marcha.

Busco mi bolso y me lo cuelgo en un hombro pero alguien me lo arranca y lo empieza a llevar otra persona.

—Puedo llevarlo sola. —aclaro.

Jeffrey asiente y me guiña un ojo.

—Lo sé.

Llegamos a la recepción y Zev nos reparte unas tarjetas magnéticas, claramente, yo compartiría cuarto con Mike y los demás... No me importa.

¿O quieres decir West?