Capítulo 12

4.2K 572 193
                                    

Los chicos se largaron, a quién sabe dónde, antes de que Mike y yo nos fuéramos para el Instituto.

Antes de marcharnos, le envié un mensaje a India avisando que nos habíamos ido antes de la fiesta porque nos sentíamos mal. No obstante, me envió un mensaje de voz más de dos minutos diciendo que estaba preocupada por las noticias.

Prendo la televisión y en todos los noticieros aparecen los rostros de los cuatro chicos asesinados en una fiesta descontrolada. Un nudo se instala en mi estómago y ganas de llorar no faltan.

Melody Zoom.

Melody Zoom se llamaba la chica que maté. Su angelical rostro está cubriendo la pantalla y sus padres lloraban de manera desgarradora pidiendo justicia. La única noticia que puedo calificar como buena fue que no encontraron pistas de quién había sido el culpable de todo esto, por ahora.

Los directivos enviaron un mail a todos los alumnos del Instituto avisando que hoy se haría una ceremonia en memoria de los fallecidos. El instituto está repleto de personas falsas llorando por pérdidas desconocidas. El ambiente es horrible. Me recuerda al funeral de mis padres, todos tienen un pañuelo dónde secan sus lágrimas y algunos visten de negro.

Estamos en el salón de basquetbol, dónde esperamos al director, que nos citó a todos aquí. Al frente de todo hay cuatro cuadros con fotos de los chicos y chicas que murieron. Sus sonrisas me destruyeron el alma, aun así, no pude derramar ni una lagrima.

—Luego tengo que hablarte de algo importante —susurra, Mike.

Giro mi cabeza y veo el perfil serio de Mike, su mandíbula tensa.

—¿Todo en orden? —mis manos empezaron a sudar.

No responde ya que todos dejaron de hablar y el silencio fue protagonista del salón. Llevo mi vista a la puerta, el director entra y se sube a la tarima. En su mano derecha sostiene un micrófono, le da unos golpes y un sonido molesto sale de los parlantes.

—Buenos días, alumnos, padres y familias. —Comenzó hablando con la voz temblorosa —. Bueno, primero, gracias por asistir a esta ceremonia en memoria de los excelentes alumnos y personas que, lamentablemente, perdimos en el día de ayer. —Unos jadeos se escucharon en el silencio —. Estos son hechos que nos entristece a todos. Las familias de las víctimas necesitan apoyo y nosotros estamos dispuestos a dar todo. No nos daremos por vencidos y haremos justicia por ellos, lo prometo.

Casi me ría ante su inválida promesa. Mike entrelaza nuestras manos y le doy un apretón.

—Hoy también nos acompaña los oficiales que están a cargo del caso. Van a compartir unas palabras con ustedes.

Mi mirada va directo a los hombres y mujeres vestidos con uniformes y chalecos antibalas. Son invadidos por miradas atónitas y de miedo. No voy a mentir, son intimidantes. Todos con su semblante neutro. Pero, mi mirada se fija en uno en especial. Su pelo engomado y su perfecto rostro joven con unos penetrantes ojos amarronados verdosos, me da un escalofrío en mi columna que la recorre de punta a punta. No me cae bien. Por un instante, creo que los dos encontramos nuestras miradas.

—Buenos días, soy el oficial Phil. Lamento mucho esta situación y todo el cuartel los acompaña en el duelo. —Posa sus manos en su espalda, entrelazándolas —. Estuvimos analizando varias cosas y sabemos que todos fueron drogados ayer por la noche y quiero darles a conocer que tenemos mucha información clasificada. —Trago en seco —. Por orden del gobierno, estaremos haciendo pruebas de drogas en todos los que fueron a la fiesta, no podrán oponerse. Además, les haremos algunas preguntas para saber con detalle todo lo que pasó. Cuanto más nos digan, más rápido encontraremos a el culpable.

El club del pasillo 66 #1 ✔️ En ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora