Remedy

Entre negros y tonos de gris.

Greco Rodríguez.

Llevaba unos nueve días en el hospital, había despertado hacía solos cinco y habían sido días muy difíciles para todos.
Después de reencontrarse con L.J y celebrar todos juntos su recuperación al día siguiente se había llevado un palo muy duro.
Su brazo izquierdo parecía estar inutilizado.
Lo que pensó que no era más que algún resto de sedación, al día siguiente fue confirmado como una parálisis parcial del brazo debido a los daños en su pulmón.
Tanto Jordi como la misma L.J le hicieron saber que era una lesión bastante común en daños pulmonares graves, pero que no debía rendirse porque con rehabilitación y tiempo podría volver a la normalidad. Pero nunca le dijeron una cantidad de tiempo, simplemente le miraron en silencio.
Si no se recuperaba tendría que dejar la policía o sería relegado a trabajo de oficina al ser diestro. Pero lo peor no era eso, era saber que podría quedarse así de por vida y tener que ser una carga o una molestia. Le ponía enfermo.
Tras la noticia pidió que todos se marcharan y le dejaran solo, pero Morgan se había negado en rotundo, causando una discusión cuando habían vuelto hablar hacía apenas unas diez horas.

"-Quiero estar solo, porfavor márchate, no quiero ser maleducado.- Había mascullado girando su cabeza hacía la ventana, pensando que tal vez ella le haría caso al fin.

-No me voy a ir Greco. Es una mala noticia, pero no tienes porque tragártelo todo, estoy aquí para ti.

Aquellas palabras le enfadaron más de lo que deberían, ¿por qué ella siempre parecía saber lo que pensaba en cada minuto?

-Te digo que no quiero a nadie aquí, déjame solo, no te he pedido que te quedes, de hecho, nadie lo ha hecho.- Escupió girándose enfadado hacía ella, que seguía de brazos cruzados con el rostro impasible.

-No, estoy cansada de que te alejes de los demás por lo que tu crees que es lo mejor. Nadie me ha pedido que me quede, pero no pienso dejarte solo nunca más.- Respondió con voz suave pero segura sin moverse.

Oyendo su respuesta Rodríguez se arrepintió de haberle respondido de aquella manera. No entendía como después de todo ella seguía insistiendo en estar a su lado, aun cuando ni él mismo se soportaba.
Se le desbordaban las emociones. Rabia, tristeza, culpabilidad, inseguridad.

-No sabes lo que dices. S-si... si no me recupero solo seré una puta carga.- Suspiró mirando directamente los ojos grises, que pasaron de serios a cálidos en segundos.

Morgan se acercó suavemente, acarició su brazo izquierdo y luego subió su mano a su mejilla, sonriendo un poco por primera vez.

-No debes rendirte, la terapia funciona bien, pero si aún así no funciona... Nunca serás una carga, no me voy a ir, no ahora, no luego, nunca.- Murmuró sin dejar de mirarle, para luego bajar su cabeza y besar suavemente los labios del comisario, dejándolo sorprendido.

Aquel beso le supo a tantas cosas buenas que su corazón se aceleró. Los dos meses y medio que vivió sin sentir esos labios ahora mismo parecían una puta tortura para él.
No era un beso apasionado, rápido y ardiente, era suave como el terciopelo, lleno de anelo y amor. Era el paraíso en la tierra. "

Desde aquel día no se habían vuelto a besar, más que los besos en la frente que su doctora le daba antes de irse o cuando se quedaba con él y él le besaba las manos, poniéndola roja como un tomate por el exceso de cursilería, aun que lo pensara nunca se lo decía.
Comer con un brazo era complicado, ya que a veces se le escapaba la bandeja, pero poco a poco se acostumbraba, aun que le frustrarse.
A su lado L.J le acompañaba, leyendo y corrigiendo informes, como hacía a cada comida del día, para luego dormir a su lado en el sillón.
Los demás agentes, una vez salió de cuidados intensivos, comenzaron a visitarle, llevándole chocolates, pasteles o comida casera, ya que Horacio siempre les comentaba lo mucho que se quejaba de la comida del hospital.
Sus favoritas eran las que le hacía Conway un par de días a la semana, el hombre cocinaba como los ángeles. Y por supuesto, los cupcakes que Jordi y Lara le traían de la pastelería frente a comisaría.
Estaba siendo malcriado tanto por los EMS como por los policías.