━━━♢𝙍𝙤𝙢𝙖𝙣𝙘𝙚 𝙚𝙨𝙘𝙤𝙡𝙖𝙧♢━━━
Las palabras dichas a veces no son suficientes para expresar algo, ni tampoco no todos son valientes en decirlas.
Quizás por ello es mejor escribirlas en papel.
Notas escritas por uno sencillo y callado chico de...
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🌿| Charla consejera |🌿 ____
[Viernes, día antes de la primera práctica. Salones de clase de UA]
A pesar de que se encontraban en un mismo sitio, dos corazones estaban con sentimientos contrarios. Uno rodeado de emoción y apoyo... El otro lleno de nervios y confusión. Uno era rodeado de preguntas... El otro con consejos de oro.
—¿¡Qué!?
—No griten tan alto...,—un rubio de ojos dorados trataba de calmar a sus amigos, ya que lo que menos querían es seguir llamando la atención. Siendo imposible cuando uno de estos es demasiado explosivo.
—¿!Eh!?A ver, maldito Pikachu. Justamente lo que no debías hacer ¡Va y lo haces!
—Blasty, cálmate...
—Tú no me callas, pelo de pinchos..
—J-juro que no sabía... ¡No sabía que sería él! Además no es como que yo controló lo que pasa...
—¿¡No se te cruzó por la mente siquiera, eh!? No sé, Pikachu después de tanto tiempo ya estuvieras usando tus neuronas.
—Kats... Denki apenas y presta atención a las clases, Blasty. Sin ofender, bro,—fue el turno de Kirishima de intervenir, siendo sus últimas palabras dirigidas al rubio.
—¡Hey!,—Denki se quejó por los comentarios de sus amigos, lo único que podía hacer... Era eso, quejarse,—¿Podrían al menos no burlarse de mí? Aún estoy frente a ustedes.
—¡No!,—tanto un pelirrojo y cenizo negaron al mismo tiempo sacando un suspiro pesado al rubio.
—Aunque este emocionado, debo recordarles que el club lo necesita... Estaban por cerrarlo.
—En eso tiene razón, Kats. No cuentan con mucho tiempo...
—Ustedes si que son idiotas,—bufo el cenizo mientras señalaba a los chicos delante de él.,— Tú, cierra la boca. Luego tendremos una charla.
—Uhmm...
—Y tú, Pikachu barato, se que amas tocar el maldito violín,—Bakugou viendo seriamente a Denki siguió hablando,—Así que haz lo que quieras, PERO si vuelves aquí entre lágrimas como ocurrió la última vez. Juro que no seré más tu maldito consejero y pañuelo de lágrimas.
