EPÍLOGO

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La felicidad muchas veces me preguntaba cómo se sentiría sin estar atado, si sería felíz una vez que mi pasado no me siguiera. Y de tantas ocasiones en las que me debatí aquello, ya lo creía imposible.

Pero la vida es caprichosa, bromista y simplemente inesperada.

Demasiado inesperada, así como cuando no supe reaccionar cuando Kaminari tomó mi brazo una vez que dejamos el escenario. Dejando a unas chicas de cabello azabache con diferentes rostros que iban desde una tranquila, la otra incrédula por irnos sin siquiera esperar a que acabará la competencia.

Aún faltaba mucho para que esta llegará a su fin, en los pasillos ví a Aoyama sonreír junto a otro chico que no reconocí pero era de cabellos azabaches y con aura oscura. Más saludo a Kaminari una vez pasamos por su lado. Siendo Aoyama gritando que nos reemplazarían. Dejando más dudas sobre lo que tramaba Kaminari, por ello quise indagar:

—¿¡Kaminari!? ¿A dónde vamos? Aún no acaba la competencia... ¿Kaminari?

—¡Solo camina, Shin!. No puedes preguntar nada,—tapo mi boca con su mano, y siguió tirando de mi brazo. Esquivando a las personas que nos topara en el camino.

Tenía Miles de preguntas, miles de emociones. Aún mi mente no estaba clara, pero agradecía que en mi corazón reinará la calma. También era consciente de como tomaba mi brazo, y la calidez que sentía en su toque. En un simple toque.

Cerca de la salida note también a los compañeros de Kaminari, sobre todo el de cabellera ceniza que no estaba con un buen rostro. En el de Kaminari estaba nervioso, pero se recompuso cuando Kirishima tiro del cenizo para no seguirnos. Más aún se escuchaba los reclamos:

—¡Suéltame pelos de mierda! Que golpeare al Pikachu... ¿¡No me oyes!? ¿Te has quedado sordo?,—se soltó, caminando a unos paso, me fijé que en esta ocasión Monoma están delante de él. Con una sonrisa que rozaba con la malicia. — ¿¡Eh!? ¿¡Tú también rubio peliteñido!?

Lo último que supe era que Monoma había empujado levemente al cenizo, cayendo en una posición algo... Demasiado inesperada encima de Kirishima.

No supe que cara llegó a poner, no sin antes ver a Monoma reír y saludar en nuestra dirección. Kaminari solo asintió mientras reía por la situación de sus amigos y continuamos huyendo.

¿Huyendo exactamente de que? No lo sabía.

—Kaminari...—jadee un poco cansado, ya que no tenía la resistencia como él. El era el as del equipo de atletismo, era algo difícil seguirle el ritmo,— ¿Dónde me llevas?

—Dije sin preguntas, Shin,—le mire jadear, con las mejillas sonrojadas al mencionar el apodo que decidió usar, su sonrisa no desapareció. Más seguía ahí, mas resplandeciente que antes.

𝐔𝐍𝐀𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐀𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐈 •|#ShinKami|•【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora