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«Las palabras dichas a veces no son suficientes para expresar algo, ni tampoco no todos son valientes en decirlas.
Quizás por ello es mejor escribirlas en papel.»

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Fueron las primeras palabras que me dedicó la doctora Todoroki cuando estuve en su consultorio la primera por insistencia de la tía Inko e Izuku. Quizás tenía 8 o 10, no lo recuerdo. Nunca fui buenos con las palabras, expresarlas siempre me fue difícil. Aún más  luego de la muerte de mi madre.

¿Cuándo empecé a escribir notas? No estaba seguro, posiblemente tenía muchas de ellas, ningúna era continúa. Dispersas en fecha o por si tenía ánimos de escribir alguna, a diferencia de este último año cuando eran casi diarios y la mayoría dirigidas a una sola persona.

Aquella frase que soltó la doctora tenía mucha verdad, porque me representaba. No era tan valiente de explicarle a otros lo que había vivido en aquel lugar que llame hogar por un tiempo.

Era difícil expresar cuando todo se había torcido.

«Tenia 5 años cuando la situación comenzó a cambiar en el lugar que sería mi hogar y mi refugio siendo un niño.

Mi hogar no era lujoso, tampoco le faltaba nada. Mi madre venía de una familia de clase media, mi padre quizás de una clase un poco más acomodada. Cuando niño todo era tranquilo, pasar los ratos con mi madre, acompañarla.

Estar con ella era sumamente... Tranquilo y felíz. Aún más por las sonrisas y los dulces que me daba. Cuando iba por mi al jardín de niños, o íbamos al parque para que jugará. Aunque ella sabía que yo difícilmente haría un amigo. Era algo tímido, pero era más por  solo que no saber cómo expresarme ante otros. Y porque quizás apreciaba las cosas con más tranquilidad, muy diferente a otros niños. Prefería la calma, a lo que otros niños consideraban aburrido.

No me molestaba no tener amigos durante el jardín de niños, o cuando inicie preescolar o la primaría.

Estaba bien, estando solo y compartiendo mi tiempo con mi madre. Era feliz con eso, pero no sabía que dolor cargaba mi madre tras esa sonrisa que me daba día a día.

Fue cuando tenía 5 años, casi los 6 que la verdad golpeó.

Cuando ella esperaba preocupada en la sala hasta que llegara mi padre, y este con la excusa de que estaba con sus amigos.
Que con los días la cosa cambiaba cuando llegaba con niveles de alcohol, y no entendía el porque le gritaba a mi madre. El que le reprochará que pasaba más tiempo cuidándome que siendo buena esposa.

Maltrato... ¿El ver a tu padre golpearla por miniedades?

Mi padre era una figura casi invisible en mi niñez, las pocas veces que conviví con él... No eran mucha, el nunca estaba o si estaba. Descansaba por su jornadas de trabajo, y luego seguía trabajando. El tiempo calidad padre-hijo nunca estuvo, y no me hizo falta. Y no lo hace ya.

𝐔𝐍𝐀𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐀𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐈 •|#ShinKami|•【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora