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🌿| Amarillo |🌿
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Amarillo... Aquel color vibrante. Alegre, infantil y extrovertido.

Siempre me ha gustado ese color. Lo tenía presente en todos lados, en mi habitación, en mi violín. En cada cosa que usaba, incluso en toda mi casa. Amarillo, igual al tono de mi cabello. Amaba ese color. Lo amaba porque también lo amaba mi madre.

Amarillo, era el color de su cabello al igual que el mío. Amaba ese color, amó es color aún. Aunque ahora en mi hogar, esa el color más detestado. Mi padre lo detesta, lo repudia y empiezo a creer que a mí también.

Eso te diría hace unos meses o quizás hace un año.

No ahora con su intentos no algo llamativos, ni mucho menos efusivos... (Mamá era la parte alegre y espontánea de la relación) aún así, sus gestos de cariño regresaban.

Quizás sea yo sea alguien denominado muy hiperactivo, alegre y en ocasiones "idiota". La sonrisa y efusividad es mi manera de opacar la situación en la que vivo y viví, siendo como mi madre me había enseñado...

Enfrentar todo con una sonrisa.

Así como enfrente su muerte hace dos años, también cuando estuve en una relación tóxica y peligrosa. Al igual cuando estuve en un punto que mi cuerpo ya no respondía por no comer adecuadamente...

Con una sonrisa he enfrentado cada cosa durante este año. El ver ahora en los ojos de mi padre el sumo arrepentimos de no cuidarme.

No le culpo, cada uno enfrentó la muerte de mamá a su manera. Solo quizás quisiera muy en el fondo, que no se hubiera distanciado.

Quizás así, el amarillo casi dorado de sus ojos el brillo que le caracterizaba y el cual yo heredé de él así como de mi madre... No hubiera desaparecido, casi tornándose opaco. Solo hasta ahora, que en su silencio y pocos gestos trata de ayudarme.

Amo a mi familia, amo a mamá y a pesar de las circunstancias que nos alejaron, amo a mi padre.

Solo odio el hecho de que ella tuviera que morir. Quizás esos días dejaron de ser alegres, el amarillo se volvió sin vida. Pero ya no me afecta.

No cuando, gracias a la ayuda de la profesora Nemuri he podido notar muchas cosas. Dónde mis pocas (por no decir grandes) inseguridades me atormentaban. Dónde la relación con mi padre ha ido mejorando, dónde he podido enfrentar lo que soy, como soy y que me gusta.

-Hijo...,-su voz me distrajo, él estaba en el marco de la puerta de mi habitación de manera desarreglada, recién arribó del trabajo. Me miraba con nostalgia, casi con tristeza. Al ver en mi reflejado a mamá.

- Papá...,- yo estaba frente al espejo, dando probando entre mis paranoicos nervios, el traje que usaría en la competencia, siendo este elegante y totalmente negro, técnicamente algo fuera de mi gusto y confort.

𝐔𝐍𝐀𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐀𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐈 •|#ShinKami|•【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora