LVII

221 56 11
                                    

____

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

____

🌿| Latente |🌿
____

Cuando le vi en aquél sitio, la sonrisa brotó naturalmente. Tanto los demás que nos acompañaban preocupados por su amigo, y todo el desastre causado. Me acerque a paso lento, quitando encima de su cabello algo que se había quedado ahí, y de paso extendiéndole una mano:

—¿Estás bien?

— Ah... Si, si—le note nervioso, casi como yo cuando de sus labios escapó, en mi parecer sin querer el apodo que en ocasiones Izuku usaba.

Le ayude a levantarse, y sujetando su mano así como su hombro por si se había golpeado.

—Gracias, creo que estoy bien,—su voz sonaba entre susurros, deje de tocarlo. Y el camino, quitando la idea de que no se había lastimado. Está vez regreso su vista hacía sus amigos y Eri que le miraban entre preocupación y gracia,—Estoy bien, solo fue un accidente.

—Joder Pikachu, eres un maldito desastre andante,—fue lo único que comentó y volvió a dormir. Kirishima y Eri, solo le preguntaban lo mismo, de que si estaba bien. A lo que él respondía, y cuando fueron convencidos, dejaron de preguntar.

—Ten cuidado, Hermano Kaminari,—fue la dulce voz de mi hermana preocupada por uno de sus amigos.

—Lo tendré, pequeña. ¿Eso son mis dulces?,—entrecerró los ojos para detallar mejor, y cuando comprobó aquello. Fingió ofensa, y con sus manos realizando la forma de un corazón rompiéndose.

A lo que Kirishima y mi hermana, solo rieron. Retomando su conversación, acompañada con los dulce de Kaminari.

—Tu hermana me ha quitado los dulces, Shinsou. Me tendrás que pagar el doble por cada uno.

—¿El doble? Eso es mucho dulce

—En la vida uno necesita azúcar.

No podía estar tan de acuerdo con ello, aunque no solo azúcar para agregarle la dulzura de la vida, también una luz resplandeciente que te guíe. Así como el resplandor dorado de sus ojos.

Quise responder a su comentario, pero Kaminari giro en búsqueda de su violín que había caído entre la caja en la que antes estaba inmerso en su traspié.

—Accidente gatuno, a de instrumentos. Vaya, Kaminari. Eres un río de accidentes.—comente recordando lo sucedido antes del reclamo de los dulces.

—Eh, L-lo común ¡Es mi día a día!,—respondió animadamente. Haciendo como si aquello fuera lo más normal para él. Su actitud infantil, en ocasiones era tan agradable.

—Empiezo a creerlo,—sonreí a lo que el me acompaño, nada más que su sonría le seguía un leve sonrojo,— Creo que después tendremos que ordenar aquello,—señale al desastre que se había formado tras la caída de Kaminari.

𝐔𝐍𝐀𝐒 𝐍𝐎𝐓𝐀𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐓𝐈 •|#ShinKami|•【✔】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora