~28 DE NOVIEMBRE~
-Feliz cumpleaños, amor... –Sonreí acurrucándome más contra él mientras que Dom dejaba repetidos besos en mi pelo.
-Gracias de nuevo, Dom... –Murmuré acariciando su pecho con la yema de mis dedos.
Dominique ya me había felicitado millones de veces al pasar la media noche, pero no iba a decírselo siempre y cuando me felicitara con tanta efusividad y cariño cómo lo hacía.
-¿Qué se siente tener veintiuno?
-Hmm... ¿Lo mismo que tener veinte? –Pregunté antes de echarnos a reír. – Ahora en serio, Dom. De momento no he notado ninguna diferencia. ¿Las hay?
-Oh, sí que las hay. Siempre las hay cuando uno cumple años... –Volví a reír mientras que su mano recorría mi espalda desnuda dejando unas suaves y placenteras caricias. –¿Me dices por fin de que color será tu vestido?
-¿Otra vez con eso? –Pregunté alzando la cabeza para mirarlo a los ojos. –Creí que resistirías después de negarme tantas veces...
-Nunca, cariño. ¿Me lo dirás?
-¿Por qué tanta insistencia, Dom?
-¿Y por qué no me lo dices y ya está?
-Porque quiero que sea sorpresa.
-Y yo quiero darte una sorpresa a tí con eso.
-¿Cuál? –Pregunté curiosa antes de cambiar de idea. –No, no. Y sigo diciendo que no voy a decirte nada. No quiero sorpresas ni regalos, Dominique. Ya hemos hablado de ello.
-Está bien. No insistiré más... –Asentí contenta por su contestación antes de que mi móvil comenzara a sonar. –¿En serio? ¿Por qué siempre tiene que interrumpirnos alguien? –Estiró la mano hacia la mesita de noche en busca de mi móvil antes de resoplar. – ¿Cómo dudarlo?
-¿Quién es? –Pregunté cogiendo el móvil de sus manos para leer el número que aparecía en la pantalla.
-¿Sorprendida? –Reí pidiéndole silencio llevándome el dedo índice a los labios antes de descolgar.
-Hola, hola...
-¡Feliz cumpleaños, amiga!
-Gracias, Mabby... –Sonreí de oreja a oreja mientras que Dominique rodaba los ojos.
-¡¿Qué estás haciendo ahora?! ¡Voy para tu casa!
-¡No! –Dije rápidamente. –Tengo que ir a la peluquería dentro de unas horas...
-¡Puedo acompañarte!
-No, no te preocupes... –Dominique se puso de pie haciéndome fruncir el ceño. ¿A dónde iba? –Paso después por tu casa, ¿vale?
-¡Sí! Así salimos juntas hacia la fiesta. ¡Recuerda que tu vestido está aquí!
-Lo sé, nos vemos luego, ¿vale?
-¡Hasta después, cumpleañera! ¡Te quiero!
-Y yo a ti. –Colgué fijándome en que Dominique ya estaba vestido. –¿A dónde vas?
-A por el desayuno. No tardo nada.
-¿Por qué no llamas para que nos lo traigan? Quiero pasar más tiempo contigo en la cama... –Murmuré mientras que él se acercaba a mí con una sonrisita en la boca.

ESTÁS LEYENDO
Young love
General FictionGiulia Jennings siempre ha sido una chica tranquila y extrovertida. Tenía una vida resuelta, muy buenas calificaciones, una hija ejemplar, etc, etc. Todo en su vida era perfecto, todo hasta aquel trágico día... Por su parte, Dominique Reened era un...