Capitulo 28

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~8 DE NOVIEMBRE~

Los rayos del sol se colaron en la habitación a través de la cristalera de la planta inferior haciéndome abrir los ojos perezosamente. ¿Ya se había hecho de día?

Me llevé la mano a la boca bostezando a la vez que me giraba hacia la derecha para observar como padre e hija dormían plácidamente a mi lado. Dominique se encontraba boca abajo con la cabeza apoyada en la almohada mientras que la pequeña Summer descansaba en medio de ambos boca arriba y con las manos a ambos lados de su cabeza con los puños cerrados.

Sonreí apartándole el pelo lacio que le caía en la frente haciéndola suspirar. La verdad era que no había pasado buena noche. La cama era lo suficientemente grande para los tres, eso estaba claro, pero dormir junto a un bebé era una experiencia nueva para mí. Además, me había acostumbrado a dormir pegada a Dominique y anoche no había podido ser así.

-Buenos días...

-Hola... –Le sonreí a Dom cuando había abierto los ojos y me había descubierto observándolos. –No me digas que te desperté...

-No, no, tranquila. –Se puso de lado bostezando antes de mirar a la niña. – ¿Cómo dormiste?

-Bien, aunque he de decir que al principio me costó un poco...

-Sí, me pasó lo mismo. Tenía miedo a girarme hacia ella y poder aplastarla. Menos mal que no soy de esos que se mueven tanto en la cama... –Sonreí por lo tierno que había sonado su frase a pesar de que también había sonado algo mal.

-Es un angelito a pesar de eso. No lloró ni una sola vez...

-Y menos mal. Sinceramente, no habría sabido que hacer si eso llegase a pasar.

-Oh, vamos. Cómo si nunca antes hubieras tratado con un bebé llorón.

-Hmm... Susan se encargaba la mayoría de veces de Mabell cuando eso pasaba. Me volvía loco no saber el motivo de su llantina y me desesperaba. –Me encogí de hombros percatándome de los vicos que comenzaba a hacer Summer restregándose los ojos. –¡Oh! No, no, señorita. No vaya usted a empezar a llorar también... ¡Con lo bien que estabas!

-Seguramente tendrá ganas de comer. ¿Te parece bien que vaya a darle el desayuno o prefieres hacerlo tú? –Dominique se incorporó cogiendo a la niña en brazos mientras que ésta comenzaba a llamar a su madre aún media dormida.

-Papá está aquí, princesita. Estoy aquí... –Sonreí sin poder evitarlo ante tal conmovedora escena.

¿Se podía ser más tierno desde tan temprano? Ojalá algún día el bebé que tenga Dominique entre sus brazos fuera nuestro. No sabéis lo que hubiera dado por tener a mi pequeño o pequeña bebé aquí con nosotros...

-¿Bambi? –Sonreí limpiándome la lágrima que sin querer se me había escapado para mirarlo. –¿Qué pasa?

-Nada, no te preocupes... –Volví a sonreírle acercándome hasta él para besarlo en los labios. –¿Quiéres que vaya a darle el desayuno?

-Por favor. Yo iré a darme una ducha mientras tanto y luego hacemos un intercambio.

-Me gusta eso. Prepararé café mientras tanto.

-Eres la mejor. –Sonreí cogiendo a Summer en brazos antes de dirigirme hacia las escaleras. –Bambi.

-¿Sí?

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