Capítulo 43

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~4 DE AGOSTO~

⚜️ GIULIA ⚜️

-¿Cómo te encuentras?

-Bien, como todos los días... - Murmuré dándole un sorbo a mí botella de agua.

A Dominique se le había hecho costumbre llamarme cada día en la hora del descanso. Y mira que no era nada fácil que descansaramos para comer a la misma hora siempre.

-No me digas eso. Sabes que me preocupo mucho por ti y por el renacuajo... -Sonreí bobiconamente al escucharle decir eso.

¡Sí! ¡Desde hacía un mes ya podíamos hablar con ciencia cierta y decir que nuestro bebé sería niño!

Aquella pequeña fiesta organizada en el jardín trasero de casa nos había revelado el interior de una tarta color azul y nosotros no podíamos haber estado más felices. Sobra decir que no pude evitarme el "te lo dije" por parte de Dominique...

-Lo sé, y no sabes cuánto te lo agradezco, amor. ¡Te quiero!

-Y yo también a ti, pero a ver, cuéntame ahora lo que has estado grabando hasta ahora...

-Sabes que no puedo decirte mucho... ¡Se enfadarán conmigo! -Dije no muy alto para que no me llamaran la atención.

Las grabaciones de la serie iban como viento en popa también. Milagrosamente, podía ocultar muy bien mi panza bajo camisetas y vestidos holgados logrando que no se me notara nada. Un embarazo ahora mismo para mi personaje no le habría venido nada bien, creedme.

-De acuerdo, pero no te excedas demasiado y descansa siempre que lo necesites, Bambi.

-Sí, papá...

-Giulia. -Me regañó severamente haciéndome reír.

Amaba que se preocupara por mí y me cuidara como nunca antes había sentido que nadie había hecho. Algunos pensarán que eso se debía a mi falta de cariño paternal, pero yo no lo veía para nada así. Dominique me había demostrado y tratado siempre con cariño por ser su pareja y no como si fuera su hija. Para eso ya tenía a Mabell y a Summer.

-Si te soy sincero, aún ando un poco intranquilo por lo que pueda pasarte cuando estás ahí... -Suspiré mirando inconscientemente a Ariel, que se encontraba a unos metros de mí hablando con una compañera de cámara.

El juicio contra Anthony Williamson se había celebrado hacía escasos días atrás. Todo había salido muy bien. Habíamos ganado y ese miserable había perdido poder ejercer su profesión durante dos años consecutivos además de la condena en prisión que debía pagar por lo sucedido.

-Sabes que ya no estoy sola, Dom. Tu camarada no me deja ni a sol ni a sombra... -Volví a suspirar haciendo un gesto hacia dónde se encontraba mi nuevo guardaespaldas.

Sí, sí, guardaespaldas. Como si yo fuera una reina o princesa que necesitara uno, pero bueno...

No podía negar que me sentía un poco más tranquila sabiendo que Montiabello, Monti para los amigos, me vigilaba de cerca. Una de las dos únicas condiciones para que se quedara era que fuera completamente invisible. No quería que nadie notara su presencia cuando caminara por la calle, y si me preguntaban, era mi nuevo chófer.

La segunda, solo estaría a mi lado hasta que diera a luz. Bastante tenía ya con los paparazzis que no se daban por vencidos como para tener a otra persona tras mis talones también.

Young loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora