Capitulo 22

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~3 DE OCTUBRE~

⚜️ NARRADOR OMNISCIENTE ⚜️


FLASHBACK

Había perdido la cuenta de todas las veces que había mentido en casa a lo largo de aquellos días.

Giulia siempre decía que debía ir a estudiar a casa de su amiga, cuando, si la conocías bien, sabías que ella no era de estudiar en grupo porque se concentraba mejor estudiando sola.

Entrando al gran edificio lujoso, saludó al conserje Emilio cortésmente para ir a llamar al ascensor. También conocía a Maia, la conserje del turno de mañana. Una mujer de mediana edad muy simpática cada vez que la veía.

El sonido del ascensor la sacó de sus pensamientos al llegar a la planta. Entró en el cajón metálico para apretar el número de la planta a la que se dirigía.

Llevaba haciendo todo aquel recorrido durante dos semanas seguidas y no podía encontrarse más feliz por ello. La vocesita del ascensor anunciando la llegada a la planta volvió a sorprenderla.

-Que susto... –Murmuró dirigiéndose rápidamente a la puerta donde su amante la esperaba.

Con unos suaves golpes de nudillo, tocó la puerta que enseguida se abrió dejando ver al dueño de la casa, y de su corazón.

-¡Hola! -Giulia se lanzó a sus brazos para abrazarlo fuertemente. -¿Cómo estás? ¿Qué tal el día?

-Bien, ¿y el tuyo? -Agarrados de la mano, ambos caminaron abrazados hacia el salón.

-Agotador, como siempre. -Dominique se encogió de hombros. -Supongo que habrás almorzado, ¿pero quieres algo? Traje unos deliciosos dulces de camino hacia aquí.

-No, no...

-¿Segura? Mira que es de chocolate... -La chica sonrió de oreja a oreja tras oír eso.

-Está bien... -Dominique sonrió orgulloso de haber conseguido su cometido mientras que sacaba de la nevera las pequeñas tartaletas de chocolate con nata montada.

-No vas a arrepentirte, ya verás. -Giulia esperó pacientemente sobre el sillón después de haberse quitado los zapatos. -Ten, que te aproveche.

-Gracias. -Giulia se llevó a la boca aquella tartaleta para darle un buen mordisco. -Mmm...

-¿Te gusta? -La chica asintió dejándola nuevamente sobre la mesa mientras que Dominique comenzaba a reír de imprevisto.

-¿Qué?

-Estás... -Negó con la cabeza sin dejar de sonreír para acercarse más a ella. - Tienes nata ahí. -Avergonzada, Giulia quiso limpiarse la nariz enseguida, pero Dom fue más rápido que ella y detuvo sus manos. -Tranquila, yo me encargo...

Dicho ésto, acercó su rostro al suyo para limpiarle, efectivamente, la nariz con la punta de su lengua.

-Mmm... -Murmuró sin apartarle la vista de los ojos. –Delicioso...

Sin saber que se había apoderado de ella, Giulia se lanzó a su cuello rodeándoselo con las manos antes de unir sus labios desesperadamente.

Sorprendido, Dominique la correspondió sin pudor alguno agarrándola de la cintura para acercarla aún más a su cuerpo.

El beso fue convirtiéndose en más y más pasional y salvaje por momentos, tanto, que un leve rubor había aparecido en las mejillas de ambos y el calor ya comenzaba a notarse por todo el cuerpo.

Young loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora