Estoy bien [wosani]

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No quería mentir más, quería gritar a cuatro vientos lo que sentía, lo que lo hacia feliz, lo que le dolía en el alma. Quería decir que estaba mal cuando lo estaba, quería liberar esa presión de el pecho.

Pero no podía, ya no podía, era más fuerte que él.
Era angustiante, pero una parte siempre le decía que no debía contar lo que le pasaba.    
A nadie le interesaba.

Todo reprimido adentro de él, tantas cosas se guardaba que a veces no podía descubrir cosas que reprimia por inercia. 

- No podes estar siempre bien.- decía su amigo el cual estaba sentado enfrente de él.

- Estoy bien.- dijo el ojiazul frustrado.

Suficiente con que una parte suya quería contar todo como para que su mejor amigo lo presione.

-¿Sabes? me duele que no confíes en mi.- dijo el de pelo platinado.

No es eso. Confio con todo mi alma en vos, pero no puedo, no se como expresar o contar mis sentimientos.- pensaba en sus adentros, reprimio sus palabras. 

- Estoy bien, hoy fui a almorzar con mi vieja.

El almuerzo fue una mierda, nos peleamos, y tuve un ataque de ansiedad.

- ¿La pasaste bien?- preguntaba Daniel.

- Sí, la pasamos re lindo.

Se odiaba por mentir, lo hacia por instinto, no conocía eso de contar lo que le pasaba.
Veía a todo el mundo hablar de sus sentimientos, de sus bajones y sus alegrías, y él se sentía tan fuera de ese mundo.
No podía contar si se sentía mal, o si se había emocionado con un mensaje. No podía entender como las personas lo habían con facilidad, era difícil, extremadamente difícil para él. 

- Me alegro valen.- dijo mientras agarraba su mochila, se estaba por ir.
Tal vez era su momento.
Decir todo, ya.
Largarlo de una vez por todas.

- ¿Te vas?- preguntó el ojiazul.

- Si, en un rato va a estar la cena.- contestó el platinado.

Quedate conmigo y hablemos de todo lo que nunca hablamos.

- Ahh, esta bien.- contestó un poco desilusionado, aunque apenas se noto. Se levantó para acompañarlo hasta la puerta.

Un nudo gigante se posicionó en su garganta, casi impidiendole pronunciar palabra alguna.
Se despidió con un mini abrazo a su amigo.
Y cerro la puerta.

Al instante recibió un mensaje de su padre. 
"No llego a comer, hay fideos en la alacena"

Le agarraron unas ganas impresionantes de llorar, hace ocho días estaba comiendo fideos, casi literalmente.
Aunque él sabia que no quería llorar por los fideos, o porque su padre no llegaba a comer.
Siempre le pasaba, cuando llegaba al punto limite, cuando estaba agotado mentalmente de guardar todo, lloraba por la más mínima cosa que le ocurría.
No lloraba casi nunca, no lloraba cuando le pasaban cosas que le dolían o afectaban, pero llegaba un punto donde lloraba hasta cuando no podía abrir una lata de coca cola.

Decidió ver si su amigo estaba cerca de la casa así hablar con él.
Para su sorpresa estaba a solo unos metros de la puerta, al parecer estaba fijándose en su celular el horario del subte.

Daniel escuchó el pequeño chillido de la puerta y levantó la mirada.
Estaba Valentín parado, mirándolo fijo, apretando sus puños como si tendría miedo de hacer lo siguiente.

- Dan.- su voz sonó temblorosa, como nunca la había escuchado. Era impresionante para el platinado ver a su amigo tan frágil. Siempre se había mostrado fuerte, a pesar de algunos deslices que había tenido al casi reprobar materias, pero el menor sospechaba que no se trataba directamente sobre eso.

- Valu.- dijo su amigo mientras se dirigía a la puerta.

- No puedo.- habló con la voz entrecortada, y sus ojos azules siendo invadidos por lagrimas.

Lo abrazó como muy pocas veces lo hacia, intentando hacerle saber que todo estaría bien, y el mayor se sintió escuchado aunque de su boca no salia una palabra.  
Sintió como si su amigo estuviera escuchando y entendiendo sus lagrimas y sollozos.

Se dirigieron adentro de la casa Oliva.
Se sentía un poco mal por no entender lo que a su amigo le sucedía, por tal vez no estar cuando él lo necesitaba, mas cuando Valentín era el consejero de todo su grupo de amigos, cuando estaba para todos, y él mayor tal vez sentía que nadie estaba para él.

- Yo estoy, yo estoy.- susurraba suave el menor.- Siempre voy a estar, podes decirme todo.- decía mientras acariciaba la espalda del contrario.

Pasaron unos minutos para que su llanto pare y pueda hablar.

- No estoy bien.- comenzó y luego dio un suspiro fuerte, como si esas tres palabras le hubieran estado cargando en la espalda.- Te miento y te mentí, lo hago porque no se como no hacerlo, siempre algo me impide contarte sobre lo que siento, odio hacerlo, odio mentir pero no conozco otra cosa cuando hablo de lo que me pasa. No estoy bien porque me guardo todo, y a veces estalló por la más mínima cosa, siento como si no tuviera mas espacio en mi para guardarme las cosas, como si mi cuerpo fuera un cuarto lleno de mugre que acumulo día tras día, y ahora que puedo sacar algunas cosas no se cuales, como si fuera tanto que no hay por donde empezar. Y no me gusta contar lo que me pasa, solo lo hago con vos, sos a la persona a la que menos le miento, y no es algo que deberías agradacerme ni mucho menos, solo que siento que con vos puedo todo lo que con los demás no.

- Lo aprecio.- dijo en un casi susurro el de pelo platinado.

- Cuando estoy con vos me siento bien, no se porqué, quiero hacer todo con vos, quiero que estemos todo el día juntos hablando de el gato del vecino. No me gustan los abrazos, los detesto, pero a vos siento que podría abrazarte toda mi vida. Lo siento hace mucho, pero lo descubrí hace poco. No se que es, ni que tenes que me hace sentir así, solo se que sos mi excepción a todo. Siento como si pudiera hacer todo lo que odio por vos, y lo haría feliz, como si vos cambiaras lo que odio por algo que amo, pero solo si se trata de vos.
Odio las cosas cursis, expresar sentimientos, y abrirme, y ahora estoy haciendo todo esto por vos.

- ¿Eso significa que...

- No sé, verdaderamente no lo se. Pero creo que se parece a cuando una persona te gusta. Espera no quiero decir que me gustas, digo sí, pero no, solo estoy confundido, pero si vos no sentís lo mismo puedo hacer como si nada pasara, no tenemos que dejar de ser amigo por que sino..- No pudo terminar de hablar gracias a que los labios de su amigo se posaron sobre los suyos, llevándose una gran sorpresa.

Se fundieron en un dulce y suave beso, lleno de sentimientos que ninguno terminaba de comprender. Que ninguno sabia si eran correctos.
Pero se sentía bien, demasiado bien.

Como si sus problemas desaparecieran en instante, y no existiera nada, absolutamente nada mas.
Solo la dulzura de sus besos, y los fuertes latidos de sus corazones.








































































soy Valentín me falta el Dani dea zjdjsn  

aparecí dsp de dos meses aunq nadie le da bola a esto así q seguro les chupe un huevo
y me parece perfecto

feliz navidarks
ahre q es 21

butterfly [one shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora