butterfly [one shots]

abstinencia [truedani]

Mateo

Era una noche fría de sabado, a pesar de los 10 grados que hacían, nos dirigimos a la casa de Manuel con Valentín, ya era algo muy común de sábados juntarnos en su grande casa, obviamente con 100 personas mas que no conocíamos y tampoco nos interesaba conocer.

Valentín: che y como vas con ese temita?- pregunto mientras terminaba de prender su camisa floreada.   

El "temita" era el dejar las drogas, hace un tiempo me había dado cuenta que mucha de la gente que quería (que no consumía droga) se alejaba de mi, siempre decían que estaba consumido y cambiado, sinceramente no me había caído nada bien y en vez de solucionarlo con drogas intente dejarlas, obvio estaba la abstinencia y otras cosas que me complicaban un poco pero ya hace 1 mes que no consumía ningún tipo de droga.
En realidad no hubiera sido un mes de no ser por Marcos, mi vendedor, hace unas semanas me agarro una especie de recaída, problemas con mi viejo que terminaron en un yo gritando y pateando la puerta de marcos, quien se negaba a venderme algo.
En ese momento no reaccione, no era yo, estaba desesperado por ahogarme en alguna droga, no importaba cual, llovía y yo seguía suplicando, gritando y golpeando la puerta. Mientras de el otro lado estaba Marcos, a quien le debo mucho, somos amigos de hace bastante y el siempre me recomendó no entrar en esto.
Le agradezco que a pesar de todas las bardeadas que se llevo como por ejemplo: "todo es tu culpa hijo de puta, vos me volviste esto" o tambien "vos me vendiste droga, ahora que soy un drogadicto me querés hacer cambiar".
Escupia con veneno todo lo que soltaba aunque no era cierto.

Mateo: bien amigo, hace un mes estoy limpito.

Valentín: bien ahí boludito, quiero que te cuides.

Mateo: eso trato, igual no es tan fácil pero por ahora puedo.

Valentín: ¿estas seguro que querés ir a lo de manu? sabes como son las fiestas ahí.

Mateo: sisi voy no te preocupes bebeto- dije jodiendo mientras lo abrazaba por los hombros.

Valentín: bueno ¿vamos?.

Mateo: dale wacho

Nos dirigimos hacia la casa de manu, allá era mas de lo mismo. Sus fiestas se caracterizaban por la abundante cantidad de drogas que corrían.

Miraba con un poco de pena a todos, viendo sobrio la escena es deprimente, todo tan apagado y frío, todo tan amargo y triste.

Creo que era uno de los únicos sin ningún tipo de droga o alcohol en sangre.

Minutos después, Valentín se fue dios sabe donde y yo me quede solo.

Me senté alejado de todos, cuando subí mi mirada hacia la terraza, se encontraba un chico de pelo gris, en las mismas condiciones que yo, solo solin solito. Decidí ir hacia allá a hablar o ver que onda.

Subí y viéndolo de cerca, descubrí 2 cosas.

1: estaba tomando coca cola, probablemente era el único ademas de mi sobrio, a no ser que esa gaseosa tenga algo que yo no sepa.

2: estaba mas fuerte que cachetada de transformer.

Mateo: hola- dije mientras me sentaba al lado de el.

X: hola- me vio y me dirigió una suave sonrisa.

Mateo: ah soy Mateo, me olvide, vos sos..- no termine para que el complete

X: Daniel- dijo, wow habla mucho este.

Mateo: Daniel el que habla muchísimo- dije riendo a lo que el se unió.

Daniel: que onda no estas drogado nada?.

Mateo: nop 100% sobrio.

Daniel: que piola porque no me aguanto a los wachitos drogados.

Mateo: y si, suelen ser medios pelotudos pero bueno.

Daniel: demasiado para mi gusto, suelo no aguantarme a las personas pero a alguien que depende de drogas, mucho menos.

Sus palabras me hicieron sentir un poco incomodo, es decir, yo hace un mes dependía de drogas y el como lo dijo me hizo sentir un poco mal.

Mateo: si, puede ser, igual algunos se recuperan, un amigo ya no se droga hace como 1 mes.

Si, el amigo era yo, pero sinceramente no me salia decirle la verdad.

Daniel: uff y tener que aguantarlo con abstinencia y re rompe bolas, que horror.

Uh, golpe bajo.

Todo lo que decía iba doliendo un poco mas, por mas absurdo que suene a mi 1 mes me parecía un montón, un progreso y escuchar eso la bajaba un toque.

Mateo: si puede ser.- no quería hablar mucho sinceramente.

Para mi extraña sorpresa, la noche acabo con nosotros besandonos bastante apasionadamente.
Intercambiamos números y luego nos contactamos.

[...]

Desde el día que nos intercambiamos los números, no paramos de hablar, tenemos muchas cosas en común y hasta salimos a bailar de vez en cuando.
Aun siento que debo contarle lo que fui y lo que estoy pasando, solo no se lo cuento porque se esta convirtiendo en alguien muy especial para mi.

Sus besos, caricias y todo lo que viene de el hacia mi me hace sentir muy bien y no quiero cagarla pero tampoco mentirle.

Aunque para mi sorpresa ya la había cagado.

Estábamos en el boliche cuando una rubia se me acerca y me comienza a bailar, justo cuando me iba a ir era tarde, daniel ya la había visto y aunque decía no estar enojado muy feliz no estaba.

Lo seguía hasta la casa y cuando me estaba por cerrar la puerta en la cara puse mi pie para trabarla. Igual intentaba cerrarla haciendome doler el pie.

Mateo: para la concha de la lora me haces mal tarado- dije con mucho amor

Daniel: que queres?- dijo mientras abría la puerta.

Mateo: te quería decir que tipo no es lo que vos viste osea no es como parece- antes que pudiera seguir hablando me interrumpió.

Daniel: igual no estoy enojado y no puedo decirte nada porque no somos novios ni nada.

Mateo: quería hablarte de otro tema también- dije con la cabeza gacha, me cuesta mucho hablar de esto y mas sabiendo que capaz no me quiere ver mas.

Daniel: pasa- me hizo paso para que pase (ysi)

Nos dirigimos al salón y mientras yo jugaba con mis dedos el esperaba paciente que empiece a hablar.

Mateo: es que es medio difícil, te tome bastante cariño y creo que cabe la posibilidad de que me dejes de hablar, pero necesito decirtelo- dije medio nervioso.

Daniel: confía- dijo mientras agarraba mi mano.

Mateo: bueno- tome una bocanada de aire- cuando nos conocimos hablamos de los drogadictos y de lo pelotudos que eran, de la paja que era que yo este con mi amigo con abstinencia, lo que pasa es que lo de el amigo no es verdad.

Daniel: ¿como que no?

Mateo: no, en realidad soy yo, yo en ese entonces hace un mes había dejado la droga, yo soy un pelotudo, yo dependía de las drogas, yo tengo recaídas, abstinencia y soy una paja. Perdón.

Daniel: ¿por qué no me dijiste?

Mateo: al principio no veía la necesidad, la primera charla no daba decirte sisi yo soy eso de lo que hablas, y después me daba miedo.

Daniel: perdón matu, no fue mi intención, yo te tengo mucho cariño y estoy dispuesto a ayudarte en tus recaídas y estar para vos, solo quiero que me lo digas ¿si?- yo solo asentí levemente.

El se acerco y me abrazo, nos abrazamos fuertemente y supe que no todo estaba perdido y aunque a el le costara iba a estar conmigo.

No todo estaba perdido, el esta conmigo.