TENÍAS QUE SER TÚ. (Él y yo).

21. VIVIENDO.

MEGAN.

Una semana después... 

Hoy se cumple una semana desde que yo y Alex estamos conviviendo. Surgieron ciertos problemas con el cerrajero y él insistió en que me quedara en su apartamento.

Lo que sucedió es los apartamento de esta manzana son todos muy antiguos, por lo tanto las cerraduras también lo son. El cerrajero nos explicó que lamentablemente no podemos ponerle otra cerradura que no sea similar a la que tiene ahora; ya que la puerta no cerraría correctamente. Tenemos que esperar a que el señor consiga una que corresponda con la puerta y así podré regresar a mi apartamento. 

No me mal entiendan, he querido volver, pero como ya les mocioné anteriormente, Alex insistió en que me quedara aquí con él; ya que 'Tiene miedo que me pase algo', por lo tanto, he tenido que permanecer en su apartamento esta última semana.

Por otra parte, hace tiempo vengo organizando cosas de la universidad. Estos últimos días han sido bastante ajetreados, ya que he tenido que ir de acá para allá, con unos papeles que me faltaban entregar para así poder completar mi solicitud de ingreso. Faltan pocos días para que mi primer año universitario comience, y quiero tener todo organizado correctamente para no tener problemas en un futuro; por lo tanto, le estoy dedicando mucho tiempo.

Con respecto a Alex, estos últimos días no nos hemos visto mucho; ya que él está ocupado con temas de la banda y yo estoy comenzando a repasar algunos libros que tratan sobre mi carrera. Debo admitirles que ha estado comportándose un tanto raro conmigo, pero intento no ser tan paranoica y justifico sus acciones autoconvenciéndome de que todo está bien. Omitiendo todo eso, él es muy atento y la verdad es que me hace sentir muy bien y feliz estar en compañía suya. Más allá de esa coraza de chico malo que tiene, por dentro es una persona súper tierna y amorosa; pero es obvio que esa faceta solo la saca cuando está a solas conmigo. 

(...)

Me debido a que escuche el sonido de la puerta del baño cerrarse. Estiré mi mano para verificar que Alex estuviese al lado mío, pero fruncí el ceño cuando me percaté de que no era así. Me senté rápidamente en la cama, prestándole suma atención a unos ruidos que provenían de la cocina.

- Debe ser él. – Dije en voz alta.

Me levanté de la cama y mientras restregaba mis ojos comencé a dirigirme hacia la cocina. Una vez allí me encontré con un Alex súper arreglado y perfumado.

- ¿Vas a algún lado chico lindo? - Le pregunté apoyada contra el marco de la puerta de la cocina.

- Buen día Meggy. - Se acercó a mí y me beso. - Lamento haberte despertado.

- Descuida, no lo hiciste. – Contesté.

Se separó de mi rápidamente. Se lo notaba apurado, iba de un lado para otro, como si se le hiciese tarde para llegar a algún sitio.

- ¿A dónde vas? - Pregunté extrañada.

- ¡Oh! Tengo que ir al estudio. Estuve haciéndole unos arreglos a la canción y debo consultarlo con los demás. – Respondió de forma rápida y algo agitado.

- No dijiste nada sobre eso.

- Si, lo sé y lo siento. – Se acercó a mi y tomó de mi mano. – Sé que ya había quedado contigo, pero esto es importante.

- Pero...

Él me interrumpió.

- Trataré de volver los antes posible. - Besó mi mejilla.

- No... Está bien, tú ve tranquilo. No te preocupes por mí.

Me senté sobre la mesa de la cocina y comencé a seguir a Alex con mi vista, observando cada movimiento suyo. Luego de algunos minutos él tomó todas sus cosas y comenzó a dirigirse hacia la salida, estaba esperando un saludo de su parte, pero me sorprendí al ver que él cerró la puerta a sus espaldas como si yo no existiera.