(Un mes después...)
Los días de calma por fin parecieron comenzar a hacer acto de presencia. Había pasado un mes entero y, aunque no lo crean, transcurrió bastante rápido.
Mis mañanas las pasaba en la universidad o haciendo tareas en casa. Por la tarde dividía mi tiempo entre el estudio y Alex, casi siempre cenábamos en su casa y veíamos películas. Algunas noches salíamos a bares a tomar algo y a hablar de nuestras vidas. Los fines de semana la pasaba con Emma, haciendo cosas de chicas; como pintarnos las uñas, ver revistas y hablar de chicos. Debo admitir que me gustaba vivir en New York, tener rutinas tan simples y perfectas me encantaba; aunque a veces la universidad se tornara un tanto tediosa.
(...)
Me encontraba dándole unos últimos detalles a mi maquillaje cuando el sonido de mi celular me sacó de lo que estaba haciendo.
- ¿Hola? – Saludé a modo de pregunta sin siquiera revisar quién me estaba llamando.
- Hola hermosa. – Era Alex.
- ¡Oh! Hola Al.
- ¿Ya estás lista para nuestra cita de esta noche? – Preguntó con entusiasmo en su voz.
- Amm... Algo así. – Dije mientras me colocaba rímel en mis pestañas.
- Está bien... Cuando estés lista ven a mi casa, te estaré esperando.
Me despedí de Alex para luego cortar la llamada.
Tomé un delineador entre mis manos para así poder continuar con mi maquillaje. La canción Gimme! Gimme! Gimme! – ABBA sonaba desde mi celular e inevitablemente comencé a mover mis caderas al ritmo de ésta.
Luego de un par de minutos estaba lista. La verdad es que estaba bastante feliz, toda esta cita había sido obra de Alex, ya que él había planeado todo; desde el lugar donde iríamos hasta lo que haríamos luego de cenar. Estaba feliz, todo parecía marchar de la mejor manera y mi relación con Alex estaba mejor que nunca.
Esta sería una noche especial. Me había colocado el conjunto de encaje que me había regalado Alex, en realidad solo me coloqué la parte de abajo; ya que arriba llevaría un top transparente y no se vería bien con un sostén rojo.
Me coloqué un poco de mi perfume favorito, el mismo tenía una fragancia a rosas y frutas silvestres. Tomé mi bolso y dentro del mismo coloqué mi celular, un paquete de chicles y un labial para retocarme el maquillaje luego. Realicé un rápido recorrido visual para verificar que no olvidaba ninguna de mis pertenencias. Una vez finalizado éste recorrido, apagué la luz y cerré la puerta del cuarto.
(...)
Saliendo del apartamento, una leve brisa helada chocó contra mi cuerpo, provocando que exhalara contra las palmas de mis manos para poder entrar en calor. Corrí hacia el apartamento de Alex, subí las escaleras y toqué el timbre. Luego de un par de segundos de espera, involuntariamente mi pierna derecha comenzó a temblar con el objetivo de mantener el nivel de mi temperatura corporal.
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TENÍAS QUE SER TÚ. (Él y yo).
RomanceMegan, una chica que debe abandonar su país para irse a vivir a New York, con el objetivo de empezar sus estudios universitarios. Allí descubre un mundo totalmente nuevo al que conocía. Personas nuevas, un idioma que deberá perfeccionar y varios pr...