- Vamos Alex, voy a llegar tarde. – Dije tomando mi bolso.
- ¡No grites! – Espetó desde el baño. – Estoy terminando de peinarme.
- No sé por qué te arreglas tanto, solo iremos a mi universidad.
- ¡Lo sé! Pero tengo que verme bien todo el tiempo. – Exclamó.
- Solo apúrate. - Reí ante su comentario.- Te estaré esperando afuera.
Salí del apartamento, cerrando la puerta tras mi espalda. Dirigí mi vista hacia el cielo, notando así que el clima helado de ayer se había esfumado casi por acto de magia. Bajé las escaleras del lugar, dirigiéndome hacia el auto de Alex. Me apoyé en éste y me dispuse a esperarlo.
Minutos después pude divisarlo saliendo por la puerta del lugar, cerró la misma con llave y procedió a bajar las escaleras.
- Sube. – Dijo haciendo un ademán señalando la puerta del vehículo
- ¿A dónde vamos primero? – Preguntó el abrochándose el cinturón de seguridad.
- A la universidad. – Dije mientras me acomodaba en el asiento del acompañante. - Tengo que llevar unos papeles. – Aclaré.
- Está bien.
Alex depositó sus dedos sobre las llaves del auto, pero antes de encenderlo, hizo una corta pausa quedándose pensativo durante algunos segundos.
- Espera. – Exclamó mientras se quitaba el cinturón de seguridad.
- ¿Qué? – Cuestioné con el ceño fruncido.
- Olvidé algo en casa, espérame aquí.
- Alex llegaré tarde. – Refunfuñé. – Luego dices que es mi culpa llegar tarde a todos lados.
- No tardo. – Dijo besando rápidamente mi mejilla con una sonrisa en su rostro.
(...)
- ¿A dónde vamos ahora? – Preguntó mientras bajábamos las escaleras de la universidad.
- Amm... ¿A la farmacia? – Dije a modo de pregunta.
- Cierto. – Espetó.
Antes de llegar al auto un grupo de cinco chicas interfirieron nuestro camino. Parecían ser fans de Alex, ya que chillaban de alegría mientras le entregaban papeles para que él los firmara.
- Te amamos. – Dijeron dos de éstas al unísono.
- Amo tu música. - Dijo otra de las chicas.
Alex solo agradecía mientras sonreía de forma amistosa.
- ¿Ella es tu novia? – Preguntó uno de ellas luego de dedicarme una corta mirada.
- Sí, es mi novia. – Afirmo.
Y en ese momento lo entendí. La noche anterior Alex me había presentado de la misma forma ante el mozo. Aquella vez asumí que lo dijo por estar algo ebrio, pero ahora comprendo que lo que dijo no era por estar bajo los efectos del alcohol.
Él me dedicó una mirada por encima de sus lentes oscuros y yo sonreí de forma nerviosa. Alex nunca me había pedido que fuese su novia, entonces... ¿Por qué me presentaba así ante todos?
- Es linda. – Espetó una de ellas luego de sonreírme.
- Sí que lo es. – Exclamó Alex mientras levantaba una de sus cejas con una sonrisa juguetona.
Finalizando la repentina firma de autógrafos, las chicas se despidieron de Alex proporcionándole un abrazo grupal y luego se alejaron con una sonrisa en sus rostros. Alex se acercó a mí, pasando su brazo por mis hombros.
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TENÍAS QUE SER TÚ. (Él y yo).
RomantizmMegan, una chica que debe abandonar su país para irse a vivir a New York, con el objetivo de empezar sus estudios universitarios. Allí descubre un mundo totalmente nuevo al que conocía. Personas nuevas, un idioma que deberá perfeccionar y varios pr...