Alex condujo hasta llegar a destino. Frenó el auto en la puerta de mi apartamento y se quedó esperando a que yo bajara.
- Adiós hermosa. - Dijo.
Para ser honesta, mi estado de ebriedad era bastante avanzado, los parpados me pesaban y el cansancio se estaba apoderando de mí; pero no quería ir a dormir sola otra noche mas. Quería estar con Alex, quería dormir con Alex. Quizás todo esto se debía al alcohol, ya que este me hacía adquirir una personalidad de mi que era mucho mas salvaje y extrovertida que lo que era la Megan sobria.
Por otro lado, tenía miedo de que Elio apareciera nuevamente, sé que no me hizo nada y no debería de estar tan asustada; pero una mujer nunca sabe.
- ¿Alex?
- ¿Qué pasa? - Cuestionó.
- Puedo... Emm...
Las palabras parecieron abandonarme. Sé que ya teníamos un tiempo de conocernos, pero jamás habíamos dormido juntos.
Observé a Alex y volví a dirigir mi vista hacia mi hogar.
- ¿Quieres quedarte en mi apartamento? - Preguntó.
Gracias Alex.
- ¿Podría? - Cuestioné. - Sé que quizás es algo repentino, pero...
- Pero tienes miedo de que ese enfermo vuelva a molestarte, lo sé... Lo sé.
Asentí con mi cabeza mientras dirigía mi mirada nuevamente hacia la puerta del apartamento.
- Vamos hermosa. - Dijo mientras desprendía su cinturón de seguridad. - Puedes quedarte a dormir cuanto quieras... Sabes que me encanta tu compañía. - Sonrió para luego acercarse a mi dejando un corto beso en mi mejilla.
Bajamos del vehículo y de la mano comenzamos a camina hacia el departamento de Alex. No pude evitar dirigir mi vista hacia el mío, estaba tan paranoica con el hecho de que Elio tuviese las llaves de mi hogar que de tan solo pensarlo se me erizaba la piel. Entramos a lugar para luego dirigirnos hacia el sofá de la sala.
- ¿Quieres tomar algo? - Preguntó.
- ¿Whisky? - Sonreí.
- Jajaja ¿Estás loca? - Espetó él.
- Vamos... No seas aguafiestas. - Levanté una de mis cejas y sonreí pícaramente.
- Pero Meg... Ya estas bastante ebria, no puedes seguir tomando. - Rio.
- Solo un trago y ya. - Insistí.
- Okay... Okay. - Se levantó del sillón.- No puedo decirle que no esa cara. - Exclamó dándome un beso.
- ¿Qué marca quieres? - Preguntó mientras caminaba hacia la alacena.
- ¿Cuál tienes?
- Amm... Jack Daniel's, Red Label y... J&B.
- Jack Daniel's. - Espeté.
Alex se acercó a un armario y tomo dos vasos para servir el whisky.
- Aquí está su whisky señorita. - Dijo pasándome el trago.
- Gracias. - Exclamé.
Pasamos alrededor de una hora charlando sobre la hermosa noche que pasamos en el bar, Alex me contó un par de anécdotas vergonzosas que habían pasado en sus giras y rápidamente los vasos llenos de whisky dejaron de estar llenos.
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TENÍAS QUE SER TÚ. (Él y yo).
RomanceMegan, una chica que debe abandonar su país para irse a vivir a New York, con el objetivo de empezar sus estudios universitarios. Allí descubre un mundo totalmente nuevo al que conocía. Personas nuevas, un idioma que deberá perfeccionar y varios pr...