TENÍAS QUE SER TÚ. (Él y yo).

3. DÍA NUEVO. CIUDAD NUEVA. VIDA NUEVA.

Desperté alrededor de las 9:00hs. Me puse un vestido color crema con flores rosadas pastel, mi chaqueta de cuero y unos borcegos negros. Tome mis llaves, mi celular y procedí a salir del apartamento; ya que se me antojó ir a desayunar fuera. Tenía un mes de vacaciones y quería aprovecharlo al máximo.

Ni bien abrí la puerta, me encontré con el detestable de mi vecino, el tal Alex; estaba sentado en las escaleras de mi departamento, fumando ¿Qué mierda hacía fumando aquí?

Decidí hacer como si no existiera y procedí a cerrar la puerta. Lo único que tenía bien en claro era que no quería ser manchada de nuevo con un batido y mucho menos estaba dispuesta soportar su arrogancia. Pasé por su lado ignorándolo por completo.

- ¡Hey latina! - Espetó. 

Sin siquiera voltear a verlo, seguí con mi camino, pero su mano tomando de mi brazo fue lo que hizo que me detuviera por completo.

- No me digas 'latina', tengo un nombre. - Espeté enojada.

- ¿Cómo pretendes que te llame por tu nombre? Aún no me lo ha dicho.

- Mira... - Me liberé de su agarre.-  No quiero tener problemas con tu novia, así que aléjate de mí y déjame tranquila; ya bastante mal me la hicieron pasar ayer.

- ¿Yo te la hice pasar mal? - Cuestionó tomando nuevamente de mi brazo.

Revoleé los ojos ante esto, ya que a decir verdad, él no había hecho nada en específico; solo ser un arrogante. Traté de gesticular una respuesta, pero nada salió de mi boca, por lo tanto opté por voltearme y seguir caminando; pero nuevamente me detuvo.

- ¿A dónde vas? - Preguntó.

- No es de tu incumbencia. Ahora... ¡Déjame tranquila! - Espeté en un tono de voz mas elevado.

- Hey espera, no te molestes conmigo. En serio lo siento mucho por lo de ayer, Arielle no debió comportarse de aquel modo y... 

- No debió hacerlo, pero lo hizo. - Lo interrumpí. - Ahora en serio déjame en paz, no quiero ningún tipo de explicación de tu parte; no me interesa escuchar nada que salga de tu boca.

- Pero ¿Por qué estás tan enojada conmigo? No fue mi culpa lo que pasó.- Me miro fijo a los ojos.

- Porque no soporto a la gente como tú, eres arrogante y para ser honesta ¡Odio! eso en una persona. - Admití.

- Ni siquiera me conoces ¿Cómo puedes pensar eso de mí? - Cuestionó molesto.

- No necesito conocerte para poder descifrar como eres.

- Claramente si necesitas conocerme, porque tienes una idea muy errónea de mí.

- No me interesa conocerte.- Espeté mientras me daba la vuelta para seguir con mi camino.

(...)

Caminé un par de cuadras en busca de algún lugar para desayunar. Después de un par de minutos de caminata logré toparme con un café bastante lindo; el mismo tenía una temática de los años 50's. Por alguna razón que desconocía, amaba todo lo relacionado con esa época.

Me atendió una chica muy amable, se veía mas o menos de mi edad. Era rubia, ojos color café, de linda figura y era un poco más alta que yo.

- Hola ¿En qué puedo servirle? - Preguntó muy sonriente.

- Hola, quería un café por favor.

- Si ¿Desea algo más?

- ¡Sí! Que sean dos.- Dijo una vos detrás mío.