Megan, una chica que debe abandonar su país para irse a vivir a New York, con el objetivo de empezar sus estudios universitarios. Allí descubre un mundo totalmente nuevo al que conocía. Personas nuevas, un idioma que deberá perfeccionar y varios pr...
- ¿Necesitas que te lleve hermosa? – Preguntó él mientras se colocaba su camisa.
- Amm... - Me acerqué a mi mesa de luz para tomar mi celular con el objetivo de mirar la hora. - ¿Puedes? – Cuestioné luego de ver ésta. – Sino llegaré súper tarde.
- Si. – Dijo tomando de mi cintura para luego besar mis labios. – Debo ir al estudio y me queda de pasada. – Besó mi frente para luego alejarse de mí saliendo de la habitación.
- Gracias Al.
- De nada bebe. – Dijo de camino hacia la cocina.
Tomé el outfit que había seleccionado momento antes y me dispuse a colocármelo.
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Una vez lista, me eché un poco de perfume y tomé todas las cosas que necesitaba para la universidad.
- Meg, son las 7:15hs, apúrate o llegaras tarde. – Espetó Alex desde la cocina.
- Ya voy. – Dije mientras metía todas las cosas en mi mochila.
(...)
- Que tengas un buen día. – Dijo él con una sonrisa en su rostro.
- Gracias. Espero tú también tengas un buen día. – Me acerqué dejando un corto beso en sus labios.
Rápidamente me giré con el objetivo de bajarme del vehículo, pero la mano de Alex tomando de mi brazo me detuvo por completo. Me volteé algo extrañada para luego preguntar:
- ¿Qué sucede?
- Sigo celoso. – Admitió algo serio.
- Ya... Basta. – Dije acercándome a él para luego sentarme sobre sus piernas. – No tienes de que preocuparte, no voy a engañarte con Tom si eso es lo que estás pensando.
- Lo sé... Solo que a veces soy egoísta y quiero que estés solo para mí. – Depositó sus manos en mi cintura.
- Estoy solo para ti. – Dije mirándolo fijo a los ojos para luego besarlo. – Mira. – Dije llamando su atención. – Te propongo algo. – Pensé por un momento lo que iba a decir para luego seguir hablando. – Si quieres hoy podemos dormir juntos, en mi apartamento.
Pude notar la emoción en su rostro, eso me dio a entender que le había encantado la idea.
- Pero... Solo con una condición. – Espetó.
- ¿Cuál? – Cuestioné con el ceño fruncido.
- Yo preparo la cena.
Reí ante esto para luego asentir con mi cabeza.
- Está bien... - Sonreí.
(...)
- Bien alumnos, espero hayan disfrutado de la clase de hoy. No olviden repasar las paginas 15, 16 y 17 del libro "Introducción al Estudio del Derecho."
