|Muñeca de Cristal| Christopher Vélez

Capítulo 27

Por la tarde.

Habíamos vuelto a casa, Carmen había subido conmigo para ayudarme a sacar las compras.

- Me dió un papel, pero aún no he visto que es - Le conté absolutamente todo lo que había pasado.
- ¿Y si lo averiguamos? - Yo asentí y saqué el papel de mi bolsillo.
- Su número -.
- El chico tiene buen ojo mi niña - Comentó divertida.
- Nana - Dije alargando la palabra.
- Es la verdad, ¿Por qué no lo llamas? - Bueno, esta noche todos lo sabrían, nana era de la familia y sería la primera en saberlo ya que ella se iría a su casa a pasar navidad con sus hijos y nietos.
- Nana, voy a contarte un secreto, ¿Me juras no decir nada aún? - Pedí.
- Lo prometo mi niña, ni una palabra - Me aseguro.
- Christopher y yo llevamos un mes siendo novios, ayer lo cumplimos - Carmen dejó de sacar las cosas y me miró sin poder creerlo.
- ¿Es en serio mi niña? - Preguntó incrédula.
- Sí nana, no se lo habíamos dicho a nadie porque no sabíamos cómo reaccionarían nuestros padres, planeabamos decirles esta noche a todos juntos, pero también quería que tú lo supieras -.
- Claro, yo sabía que había algo más que una amistad entre ustedes, esa forma de mirarse y ser tan cómplices no es solo de amigos - Yo me sonroje y bajé la mirada.
- Nana, Chris me gusta muchísimo, tú sabes que gracias a él mi vida cambió por completo, por Chris todo se convirtió en lo mejor, él le dió sentido a tantas cosas, y el hecho de que lo nuestro esté funcionando me vuelve loca y me asusta un poco - Confesé.
- ¿Por qué te asusta pequeña? - Preguntó curiosa.
- Porque tengo miedo de que termine algún día, mi vida daría un giro tan radical sin él -.

Y era cierto, nada me causaba más miedo que tener que vivir sin Chris a mi lado, no digo que mi vida dependa de él, pero emocionalmente, su amor me ha dado una estabilidad impresionante.

- Mi niña, en el amor se vale todo, excepto aquello que te lastima a ti o a tu pareja, si vives atormentada por el futuro jamás podrás disfrutar tu presente y lo que ese chico te hace sentir, las cosas se dan por sí mismas, tu lo has visto, ustedes dos se enamoraron sin planearlo, y esas situaciones son las que mejor se dan porque se encuentran sin buscarse, no importa que pase mi niña, el niño Chris y tú ahora son felices y eso es lo único que debe importar, lo demás vendrá después, y estoy segura de que será igual de fabuloso que ahora, no te preocupes por el final, recién comienzan y eso es lo que vale -.
- Ay nana, te juro que no sabría que hacer sin ti, gracias por siempre estar para mí - Agradecí con una sonrisa.
- Nada me hace más feliz, tú eres esa hija que jamás pude tener, te prometo que jamás voy a dejarte sola -.
- ¿Estarás por siempre? -.
- Por siempre mi niña - Dijo tomando mi mano.
- Te quiero nana, te quiero demasiado -.

(...)

Eran las ocho de la noche, recién había terminado de peinarme, mi mamá me había ayudado con el maquillaje, decidí algo adecuado para la noche, mi cabello estaba suelto y con algunas ondas en las puntas, sujetado con una trenza solo en la coronilla que terminaba en un moño.
El vestido que mi madre me había ayudado a elegir era rojo, me llegaba por arriba de las rodillas y tenía un pequeño escote en la espalda.
Me miré al espejo y me coloqué un poco de perfume, esperaba que a Chris le gustara como me veía, él me había dicho que el rojo es su color favorito, digamos que mi atuendo no era específicamente por esa razón, pero sin duda sería mi aliado.

- ¿Puedo pasar? - Preguntó mi madre mientras se asomaba por la puerta.
- Claro mamá - Ella entró y me miró a través del espejo.
- No cabe duda de que tengo a la hija más hermosa del mundo, te ves preciosa hija -.
- Gracias mamá, tú también te ves hermosa -.
- Oh, me alegra oír eso, los halagos de tu padre sin duda me dieron más seguridad - Dijo.
- Tú sabes que eres bonita, y mi papá solo lo reconoce -.
- Ay hija, te amo, pero venía a decirte que un chico muy apuesto espera para subir por ti - Mencionó mirándome divertida
- ¿Chris está aquí? - No pude evitar dejar salir una sonrisa.
- Claro, y está ansioso por verte - Me aseguro.
- ¿Le puedes decir que suba? Estoy lista - Pedí.
- Por supuesto, prepárate, porque se ve muy guapo -.
- Ya lo creo - Mamá salió de mi habitación y minutos después la voz de Chris se hizo presente.
- Que alguien me diga que rayos hice para tener a la novia más preciosa del mundo - Dijo con una sonrisa en el rostro mientras se acercaba a mí.
- Mi Chris, te ves realmente guapo - Dije mirándolo.
- Mi amor, decirte hermosa se queda corto, luces perfecta mi princesa -.
- Te extrañé amor - Dije para seguidamente besar sus labios, que bien sabían, y su delicioso aroma, Dios, cuánto me encantaba su olor - Te amo -.
- Yo más mi amor, ¿Lista? - Preguntó.
- Completamente - Tomé el pequeño bolso con un lipstick y mi celular dentro, Chris me tomó en sus brazos y sin más comenzó a caminar hacia las escaleras.
- Cruza las piernas mi amor, tus primos están abajo y no quiero que nada se vea - Dijo haciendo énfasis en la palabra nada.
- Amor, para eso traje esto - Le mostré la manta que me puse en las piernas, él besó mi mejilla rápidamente y comenzó a bajar las escaleras.
- Que inteligente bonita -.
- Siempre mi amor - Dije en su oído.

Ya estábamos en la planta baja, a la vista de todos, Chris me colocó en el suelo, tomó la manta y se la dió a Carmen.

- Mi niña preciosa, mira que hermosa estás - Mencionó mi abuela.
- Mamá Flor - Dije con una sonrisa para abrazarla fuertemente, mi abuelita siempre ha sido como una madre para mí, es la mamá de mi mamá, y siempre ha tratado de ver por mí.