|Muñeca de Cristal| Christopher Vélez

Capítulo 39

𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒈𝒓𝒆𝒂𝒕𝒆𝒔𝒕 𝒋𝒐𝒚

No pasar un día tan importante con Chris claro que me hacía sentir triste, pero sabía muy bien que no tenía porque enfadarme con él, quizá el compromiso era demasiado importante que hasta viajar tuvo la necesidad.
Zab estaba conmigo así que definitivamente me divertiría con él, no siempre podemos pasar un día completo juntos por sus clases y todo eso, así que aprovecharía la presencia de este hombre.

- ¿Tú crees que debería pedirle ser mi novia con flores y todo eso? - Preguntó confundido.
- Te diré lo que pienso, ¿Bien? -.
- Tú dale mami -.
- Bueno, ya me dijiste que la chica es muy sencilla y casi no le gusta llamar la atención, eso es muy bonito en una mujer, pero a todas nos gusta que nos sorprendan, y más cuando ya dijimos y demostramos que de verdad somos sencillas, algo tan inesperado como el que te pidan ser tu novia con flores es algo que jamás olvidas, mucho menos con alguien que de verdad te gusta, y por lo que me cuentas, esa chica está tan loquita por ti como tú por ella, dale ese detalle, muéstrale que de verdad sientes algo fuerte por ella y quieres que funcione, sorprendela como nadie Zab, te aseguro que no va a negarse - Dije segura.
- Gracias al cielo tengo una voz femenina que me ayude con mis dudas existenciales, Danna me gusta en serio y voy a sorprenderla de verdad, quiero que jamás se le olvide quien es Zabdiel y lo feliz que puede hacerla -.
- Zab, jamás lo va a olvidar, además, nadie puede olvidar lo fabuloso que eres, al menos yo lo puedo asegurar como amigo, y sé que como novio vas a lucirte -.
- Que la virgen y todos los santos te escuchen preciosa ___, esa señorita tiene que ser mi novia sí o sí porque me encanta en todos los sentidos - Y por supuesto que no tengo dudas de eso.
- Lo será, no creo que deje ir la oportunidad de su vida a tu lado -.

Zabdiel río y se levantó de la cama para acercarse a su chaqueta y sacar un papel doblado de su bolsillo.
Se dió la vuelta y regreso a mi lado.

- ¿Qué hora es? - Me preguntó.
- Mm, las siete - Dije mientras miraba la hora en mi celular - ¿Por qué? -.
- ¿Te imaginas que tengo aquí? - Preguntó mientras levantaba el papel para enseñarmelo, ahora me daba cuenta de que era una hoja que tenía pequeños corazones impregnados en ella adornandola.
- Mm, ¿Una carta de Danna? -.
- No, para ti algo mucho mejor - Afirmó.
- ¿Para mí? - Cuestione sorprendida.
- Así es, para ti - Ahora sí que me tenía confundida, ¿Ese papel era para mí?
- No tengo ni la más mínima idea de que puede ser, pero definitivamente me gustaría saberlo -.
- Entonces míralo tú misma - Zabdiel me extendió el papel y yo con el ceño ligeramente fruncido la tomé, ¿Que podría ser?

Despacio comencé a desdoblar el papel hasta que pude ver su contenido... La letra... La letra era inconfundible para mí.

Amor mío, pedazo enorme de mi vida, dueña única de mi corazón, ¿De verdad creíste que dejaría pasar por alto uno de los momentos más hermosos de nuestras vidas?
Jamás preciosa, y con cada parte de mi ser agradezco porque en tu corazón habita la nobleza y la bondad y tú no te enfadaste tanto conmigo.
Preparé algo pequeño solo para ti y para mí, Zabdiel será quien tome las riendas de tu destino hasta que llegues a mí.
Te amo muñeca, jamás olvides que eres la mujer que tiene mi alma en sus manos y cada parte de mi ser, te espero ansioso amor, ponte tan bonita como siempre...

Con amor... tu Chris...

Ay por Dios, de haber estado sola las lágrimas ya habrían resbalado por mis mejillas sin control, mi Chris tan lindo, siempre con detalles que se quedan grabados en mi mente y corazón para siempre.

- O sea que - Guarde silencio.
- En este momento yo soy tu chofer particular, tu deber también es obedecerme, así que mientras juego un rato en la habitación de a lado con Copito, tú vas a arreglarte, pero no tardes porque a las ocho debemos salir de aquí -.
- De acuerdo Zab, pero tú pagarás haberme ocultado esto que ya sabías - Dije entre cerrando los ojos acusándolo.
- Es sorpresa mami, no podía decir nada, a pesar de que me dolió verte con esa carita de tristeza, debía dejar que tú solita te dieras cuenta de las cosas - Alzó los hombros en señal de rendición.
- Te quiero pero eres cruel -.

Zabdiel salió riendo de mi habitación y cerró la puerta tras de él.
Mi corazón había comenzado a latir de una forma impresionante en mi pecho, no podía con la alegría de saber que Chris había preparado algo especial.
Sin más tiempo que perder me apresuré para ducharme rápidamente y arreglarme con delicadeza pero sin tardar tanto.

(...)

- ¿Y? ¿Cómo me veo? - Pregunté frente a Zabdiel.
- Waw, estás - Se calló y sonrió - Impresionante -.

Había atado dos mechones de cabello en mi cabeza dejando algunos sueltos en mi rostro, las puntas de mi cabello estaban onduladas y sueltas así que me hacían lucir bastante relajada.
El maquillaje no era muy cargado pero sí tenía lo suficiente.
El vestido que había elegido era uno rojo que me llegaba a la mitad de los muslos, tenía puestos unos tacones negros un poquito altos, esperaba no caerme o torcerme un pie.

- Ya Zab, en serio -.
- No bromeó, vas a dejar loco a Christopher, ya te lo digo yo -.
- Eso espero, quiero verme bonita -.
- Te ves más que bonita, te lo aseguro, ¿Estás lista para irnos? -.
- Súper lista, aunque estoy nerviosa - Confesé.
- Es normal cariño, ya verás lo que te espera -.

(...)

Cuando Zabdiel entró a la carretera desconocí todo, no sabía si nos habíamos perdido o algo.

- ¿Seguro que es por aquí? - Pregunté mirando por la ventana.
- En mis mejores años fui chofer, tranquila, estás segura conmigo - Zabdiel se desvío en un caminito que nos llevó a un bosque.
- Zab, ¿Nos perdimos? - Estoy comenzando a asustarme.
- De hecho ya llegamos, toma, ponte ésto - Dijo dándome una venda para los ojos.
- ¿Es necesario? -.
- Súper necesario, relajate, todo estará bien -.
- De acuerdo, te creo -.