Capítulo 37

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- Yo - Zab no pudo decir nada pues Christopher lo interrumpió.
- Jamás debí haber confiado en ti, creí que era falso lo que Omar había dicho, pero ya ví que no se equivocó, eres un - No dejé que completara su frase.
- Christopher cállate - Dije seria.

Él se estaba acercando salvajemente hacia Zabdiel pero entonces yo me puse delante de él, Christopher no le haría nada conmigo en frente.

- Sal de mi camino ___, no defiendas a este mal amigo, a este traidor que - Nuevamente lo callé.
- Christopher ya, cierra la boca ¿Quieres? -.
- ¿Por qué lo defiendes? ¿Acaso te gusta? ¿Es eso? - Preguntó ahora molesto conmigo.
- ¿De qué hablas? -.
- Pues sí, este que se dice llamar mi amigo habla con todos de lo maravillosa que eres y de cuánto le gustas, ya está planeando cómo va a alejarte de mi lado - Aseguró.

Yo puse los ojos en blanco y no me quite de su camino, ¿Cómo podía pensar eso de su amigo y creerle a ese tipo con el que ni se lleva bien?

- ¿Por qué no escuchas antes a Zabdiel? - Pregunté.
- ¿Para qué me cuente lo que ya sé? No gracias, sus estupideces puede ahorrarselas - Dijo queriendo acercarse a Zabdiel.
- Bien Christopher, basta ya de tonterías, no puedes pasar la vida creyendo en mentiras de una persona que no te cae bien ni tú a ella, así que te lo planteo así, tú escucharás a Zabdiel, tu amigo - Dije haciendo énfasis en lo último - Te lo digo de verdad, porque no es un traidor, de lo contrario tú y yo terminamos - Dije segura.
- ¿Qué? - Dijeron al mismo tiempo sorprendidos.
- Lo que escucharon, ahora, yo me iré a la habitación de a lado, ustedes se quedan aquí para hablar, solo hablar, no golpes, no insultos, únicamente hablar - Me quite de en medio de los dos y caminé hacia la puerta - Hablo en serio Christopher, no es un juego -.

Salí de mi habitación y cerré la puerta, ay Dios, que estos dos no hagan una tontería y hablen como los amigos que son.
Entré a ver a Copito y me senté a su lado para seguir jugando con él mientras no dejaba de pensar en lo que Christopher podría hacer si no cree en las palabras de Zabdiel.

- Ay Copito, espero en serio que esos dos arreglen el problema o entonces las cosas se pondrán feas, no quiero terminar con Chris pero sino le decía aquello entonces él jamás aceptaría escuchar a Zab -.

Copito había subido a mis piernas y se había acostado en ellas mientras disfrutaba de mis caricias, mi pequeño cachorro sin duda alguna era el mejor, aunque pareciera una loca hablando con alguien que no me respondería.

- Están tardando y yo me volveré loca sino sé lo que ya habrán hecho -.

Esperé y esperé cuántos minutos me fueron posibles tratando de no pensar que dos chicos estaban con cara de muy pocos amigos arreglando sus diferencias en mi habitación.

- ¿Puedo pasar? - La puerta estaba abierta así que me puse de pie para quedar de frente a Christopher aunque un tanto alejada.
- ¿Y Zab? - Pregunté tras verlo solo.
- Está en tu habitación, ¿Vamos? -.
- Bien -.

Dejé a Copito en el suelo y caminé con Christopher a mi habitación, Zabdiel estaba sentado en la cama con una sonrisa.

- ¿Qué pasó? - Pregunté mirando a ambos.
- Chris me escuchó, ya le aclaré que yo jamás haría algo que pudiera lastimarlo, es mi hermano y lo único que yo quería era defenderlo y a ti por supuesto - Me explico Zabdiel.
- Lamento en serio haberme portado de esa forma con ambos, en especial contigo Zab, jamás debí creer en las palabras de ese bueno para nada, lo siento en serio, ¿Podrán disculparme? - Mencionó Chris apenado.
- Pero claro hermano, descuida, asunto olvidado -.
- Eso mismo, solo pregunta y escucha antes de actuar y dejar salir cualquier burrada de tu boca por la cual después vayas a arrepentirte - Comenté.
- Lo prometo muñeca - Me aseguro.
- Bueno, gracias por ayudarme ___, te debo una, me voy para que puedan estar solos pero nos vemos luego -.
- No hay nada que agradecer, nos vemos luego Zab - Él se despidió de Chris y de mí y sin más salió de mi habitación.
- ¿Ahora sí puedes darme un beso o terminarás conmigo? - Yo negué con la cabeza y me acerque a él para poder besarlo.
- Chris, no está bien que actúes sin saber, Zabdiel es uno de tus mejores amigos, no puedes dudar así de él, te ha demostrado ser un amigo excepcional - Dije a modo de regaño.
- Ya lo sé amor, y en serio lamento todo lo que dije, Zabdiel es de mis mejores amigos y voy a recompensar lo que hice -.
- Solo sé tan buen amigo como puedas y no actúes así con alguien que es leal a tu amistad y que sobre todo nos quiere a ambos -.
- Te lo prometo muñeca, no volverá a pasar algo como ésto -.

Yo asentí y besé sus labios otra vez para que después Chris dejara su mochila en el escritorio y se acostara conmigo un rato.

- Si no accedía a hablar con Zabdiel, ¿En serio habrías terminado conmigo? - Preguntó de repente.
- Pues, sí mi Chris, o quizá solo estaría demasiado molesta contigo, después de escuchar a Zabdiel supe que no tenías razón para estar de esa forma con él, no había hecho nada malo y el que no quisieras escucharlo entonces me habría dejado saber que te quedarías con lo que un tonto niño que sufre por falta de atención dijo -.
- ¿Sabes por qué le creí? -.
- ¿Por qué? - Pregunté curiosa.
- Porque sé que a nadie le va a importar si puedes salir de casa o no o si tienes una enfermedad, después de verte y saber cuan grandiosa es tu personalidad querrán tener el privilegio de estar en tu vida, y sé que Zabdiel no me jugaría así, pero en ese momento solo pensé como hombre y mi instinto me hizo querer defender lo que en serio me costó trabajo conseguir, tu amor ___, tu amor vale oro puro para mí - Dijo mirándome a los ojos.
- Amor, así se pusieran todos los hombres del mundo frente a mí, yo te elegiría una y mil veces más, no podría cambiar a mi gran tesoro por nada -.

|Muñeca de Cristal| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora