Capítulo 19

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Esto que recién comenzaba definitivamente tenía que convertirse en algo increíble, pero por ahora no teníamos que decir nada, no sabía cómo lo tomarían nuestros padres así que no tenía ni idea de como decirles, jamás me había encontrado en esta situación.

- Chris, ¿Será mejor que guardemos un poco lo nuestro de nuestros padres? - Pregunté confundida - Me encantaría que el mundo entero lo supiera, pero no sé cómo vaya a tomarlo mi mamá, o tus padres, es que, estoy nerviosa ¿Sabes? Ahora solo quiero que entre nosotros comiencen a fluir las cosas y que todo esté bien - Comenté honesta.
- Bonita, será como tú quieras, creo que debemos comenzar por nosotros y después prepararnos para contarlo, supongo que a mí me tocará hablar primero con mis padres, pero ya habrá tiempo, tú no tienes que preocuparte por nada, ahora esto es nuestro, y nada más - Chris dejó un beso en mis labios, pero antes de poder seguirlo mi celular sonó indicando un mensaje entrante.

*Cariño, todo está listo, ya estamos todos aquí.
*Bien, gracias papi, vamos para allá.

- ¿Todo bien princesa? - Preguntó Christopher en cuanto apagué el celular.
- Sí Chris, todo bien, pero, ¿Podríamos ir abajo? - Pregunté con una sonrisa.
- ¿Ya lo sabe tu mamá? - Cuestionó.
- Chris, ya no tenemos que pedirle permiso para bajar, además sí, lo sabe - Le asegure.
- Ahora me interesa más que nunca que tú mamá confié en mi -.
- Ella confía, plenamente Chris, de otro modo no estarías aquí - Dije obvia.
- Definitivamente tu mamá es parte fundamental de que tú y yo ahora estemos juntos - Ambos nos pusimos de pie y salimos de mi habitación, al borde de las escaleras Chris me tomó en brazos y con cuidado comenzamos a bajar.
- Te quiero Chris - Dije cerca de su oído teniéndolo así de cerquita.
- Yo también te quiero bonita -.

Una vez que llegamos a la planta baja caminamos hacia el comedor, y entonces sí, la familia de Chris y mis padres, gritaron fuerte cuando nos vieron.

- ¡Feliz cumpleaños! -.

Chris no podía sacar la sonrisa de su rostro, estaban sus tías, sus primos, su abuelita, Jonathan, sus padres, los míos, es 23 de noviembre, Chris cumple 18, se le había pasado el detalle de informarme, pero gracias a mi madre lo supe y por supuesto que no iba a dejarlo pasar.

- ¿Tú hiciste ésto? - Preguntó poniéndose de frente a mí y tomando mis manos entre las suyas.
- En realidad fueron todos ellos - Dije señalando a su familia y mis padres.

La casa estaba decorada con globos y tiras de colores, había un gran cartel que decía 'Feliz cumple Chris'.

- La idea fue de esta princesa, nosotros solo la ayudamos un poco - Le dijo mi padre.
- ¿Cómo... - Interrumpí sus palabras.
- ¿Lo supe? - Él asintió - Bueno, ¿En serio crees qué me quedaría con la duda sobre una fecha tan importante? Mamá había dicho que naciste solo un mes antes que yo, así que supuse que sería pronto, si te preguntaba a ti arruinaría la sorpresa -.

Chris me miraba fijamente a los ojos y levantó un poco los labios casi formando un beso, yo hice lo mismo y ambos entendimos el significado.
Después, mamá llegó con una bolsa de regalo y me la dió.

- Feliz cumple Chris - Dije mientras extendía la bolsa en su dirección.
- Wow, ¿Todavía hay más? Bonita, no te hubieras molestado - Respondió apenado tomando la bolsa.
- Vamos Chris, no digas eso, ábrelo - Con la vista de todos sobre él comenzó a abrirlo.
- ¿De verdad? - Mencionó asombrado tras ver lo que había dentro.
- ¿Te gustó? - Pregunté curiosa.
- ___, es perfecto, muchas gracias, a ti, a tus papás, a todos por esto -.

Había decidido regalarle una patineta con sus iniciales grabadas, un estuche con herramientas que le serían útiles para la arquitectura y algunas prendas de ropa.
Él dejó las cosas sobre la mesa y de inmediato me abrazó.

- El mejor regalo de todos, fue que hayas aceptado ser mi novia, te quiero mi niña - Susurro en mi oído.
- Te quiero mucho más príncipe - Nos separamos y entonces sí los demás se acercaron para abrazarlo y felicitarlo, y por supuesto, darle un regalo.

(...)

Habíamos cantado el feliz cumpleaños para Chris después de comer, su pastel fue el postre, él estaba feliz, yo me sentía igual tan solo viendo su carita y esa enorme sonrisa en su rostro.

- ___, alguien me dijo que tocas el piano y cantas muy bien, ¿Por qué no nos tocas y cantas algo? - Dijo de repente la señora Yenny.

Yo miré a todos los presentes, me miraban sonrientes, Chris tomó mi mano por debajo de la mesa.

- Sí bonita, cantanos, por favor - Pidió haciéndole segunda a su mamá.
- Vale - Termine por aceptar.

En el living había un piano, así que todos nos fuimos para allá, todos se sentaron en los sofás, por supuesto yo frente al piano.

- Jamás he tocado o cantado para alguien que no sean mis padres, así que espero no arruinar esto - Dije nerviosa.
- Te quedará muy bien pequeña - Dijo la señora Piedad, abuelita de Chris, yo le sonreí y sin más comencé a tocar.
- Lo sé, me perdí, no pude continuar, tal vez me rendí y ganó la soledad, y dentre la neblina de pronto apareciste tú - Alargue la nota - Y desde la cenizas me diste solo un beso que se adueñó de mí y al fin hoy me despierto y ahora... Vuelvo a encontrar mi camino, un ángel me enseñó mi destino y eras tú, la fé que me faltaba, me abrazas... Me siento con vida de nuevo, entre tus brazos encuentro libertad, libertad de volar para amarte sin miedo... Amarte sin miedo... - Al levantar un momento la cabeza pude ver a Chris recargado en el piano solo mirándome, seguía poniéndome tan nerviosa - Fue inesperado tomaste de mi mano y pude estar en pie, con el alma a la mitad y en la oscuridad, tú me enseñaste a ver... -.

(...)

Terminé de cantar, finalicé con una nota en el piano y miré a Chris, quien aplaudía con todos los demás y me miraba sonriente.

- Gracias muñeca - Formuló con sus labios sin dejar de sonreír para finalmente guiñarme un ojo.

|Muñeca de Cristal| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora