Capítulo 12

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- ¿Qué tienes que hacer ahora? - Inquerí.
- Terminar mis tareas -.
- ¿Tienes clase? -.
- No, pero tengo que entregarlas, ¿Tú no tienes que ir a la escuela? - Preguntó frunciendo el ceño.
- Sí, pero hoy no tuve clases - Le expliqué.
- Y si no estuvieras aquí, ¿No estarías con tus amigos? -.
- ¿A estas horas? Claro que no nena - Dije restándole importancia.
- ¿Por qué no? - Me miró divertida.
- Porque es muy temprano y a mí me gusta dormir -.
- Oh vaya, que perezoso eres - Dijo riendo, que bonito sonido.
- ¿Todos los días tú despiertas temprano? - Pregunté con curiosidad.
- Normalmente sí, a las ocho suelo estar activa -.
- ¿Por qué? - Pregunté con asombro como si fuera un crimen lo que hace.
- Pues, no lo sé, se hizo rutina para mí, aunque no voy a negarte que también me gusta dormir -.
- ¿Tienes clases a esa hora? -.
- Ocho y media, no todos los días pero quizá por eso sea rutina para mí -.
- Tenemos que quitarte esa rutina - Aseguré.
- ¿Tú vendrás a despertarme cuando me quede dormida? - Preguntó burlona.
- Despierta por la alarma - Respondí obvio.
- De hecho no Chris, mi cerebro ya está programado -.
- Te digo que estás loca - Volví a decirle.
- Ya te dije que no es verdad, solo que cuando haces algo tan repetidamente eso pasa - Trato de excusarse, pero está loca en verdad.
- Voy a venir todos los días, no por la mañana porque tengo clases, pero si en las tardes, ¿No te molesta? - Pregunté esperando oír un no.
- Será una novedad, nadie viene a verme -.
- ¿Y tú familia? -.
- Chris, mis primos son un año más grandes que yo y como sabrás, ellos obviamente salen y esas cosas, cuando vienen a casa se la pasan en los celulares o hablando de sus viajes y salidas, básicamente soy como equis para ellos, y mis tíos solo se encargan de estresarme con sus preguntas sobre cómo me siento y el mucho dinero que van a darme para ir con los mejores médicos a qué mi situación cambie - Soltó un suspiro con frustración.
- ¿De verdad? - Fue lo único que pude preguntar.
- Sí, de verdad, por eso es que las únicas personas con las que de verdad puedo mantener una conversación son con mi nana, mi mamá y mi papá -.
- ¿Carmen es tu nana? -.
- Exacto, esa mujer ha estado conmigo desde que supo que mi madre estaba embarazada de mí, y no me ha dejado nunca, siempre trata de hacerme ver cuándo actuó mal o cuando tengo razón, y a veces te das cuenta cuando las personas te dicen cosas solo por compromiso o porque solo están cansadas de estar para ti, pero con Carmen las cosas son tan diferentes, te dice todo de una forma que te deja pensando, y sabes que salen del corazón, porque lo único que ella quiere es el bien, así que sin duda alguna creo que es la única persona en la que puedo llegar a pensar que las cosas van a cambiar -.
- Es muy bueno que veas esa parte, pero, ¿Por qué no ver de la misma forma a tu mamá? - Pregunté sin entender.
- Porque sé que tanto es el amor que me tiene mi madre, que trata de distorsionar la realidad y quiere que yo la vea con unos ojos que no existen, porque mi mamá piensa que recluirme para siempre aquí es la única opción para mi vida, debería entender que ya no tengo cinco años, y te juro que aún teniendo esa edad yo era consciente de lo que tenía y lo que no podía hacer - Me explico al fin.
- ¿Por qué no tratas de hablarlo con ella en calma? ¿Por qué no le expresas tu sentir sin alteraciones? No importa que tantas veces ella se niegue, es tu mamá y solo te quiere ver bien - Trate de convencerla.
- Lo sé Chris, de verdad, pero no es justo, no es justo que ella se una a la condición que me impide llevar una vida normal - Dijo con pesar.
- Te entiendo bien bonita, y sé que lo comprendes porque lo has estado aguantando mucho tiempo, pero debes aceptarlo por completo, debes terminar de entender que tu misión en el mundo es sobrellevar esta condición, sin importar lo que la gente piense, además, tú tienes cerca a quienes de verdad te quieren, y créeme, recién comienzo a entrar en tu vida, pero puedes tener muy seguro que cariño hacia ti, es algo que sin duda hay - Me sincere.
- ¿Cómo puedes sentir cariño por alguien que apenas conoces? - Preguntó confundida.
- Por la forma de ser de una persona, solo eso basta, además, no nos conocemos apenas - Dije poniendo los ojos en blanco con lo último.
- Vamos Chris, tú entiendes lo que quise decir, pero en serio, aunque no comenzamos bien, es lindo tenerte aquí - Mencionó sonriéndome.
- Bueno, acostumbrate, ya te dije que estaré contigo siempre, así que quítate lo enfadosa porque cuando yo me enojo las cosas se ponen feas - Dije divertido.
- Yo no soy enfadosa, pero tú dijiste cosas que me alteraron, tenía que defenderme - Se excusó.
- Ya sé, y de verdad me arrepiento, pero ahora estoy seguro de que ya tengo quien me defienda cuando alguien me ataque - Me burle.
- Oye, tampoco soy una peleonera - Mencionó riendo, lo que me contagió.
- Pero alterada no sabes cómo puedas reaccionar, ¿O acaso no me defenderías? -.
- Mm, bueno, solo porque me caes bien, pero la parte de los golpes va para ti - Aclaro.
- Jamás dejaría que te tocaran, eso puedes tenerlo bien claro -.
- Mientras no me traigas a tu celosa novia que no quiere verte, por obvias razones, con alguien más, entonces estoy segura de que nadie va a tocarme -.
- Ya te dije que no hay una novia celosa, no existe, no todavía -.
- O sea que sí te gusta lo tóxico Chris, vaya, vaya - Me lanzó una mirada de completa admiración.
- No, de hecho no, no me gusta que las chicas sean tan posesivas ni celosas, en algún momento llegué a estar con una, y la experiencia no fue nada grata, ni siquiera a mis amigos podía ver, todo lo que se moviera era un peligro - Recordarlo me da escalofríos.
- ¿Real? - Preguntó incrédula totalmente.
- Te lo juro, así que espero que tú no seas celosa ni posesiva, ¿Sí? - Ella río, pero pronto entendió mi referencia puesto que se sonrojo.

|Muñeca de Cristal| Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora