|Muñeca de Cristal| Christopher Vélez

Capítulo 14

𝑯𝒐𝒘 𝒏𝒐𝒕 𝒕𝒐 𝒂𝒅𝒐𝒓𝒆 𝒉𝒆𝒓

Un mes después.

Christopher's POV.
Si lo miramos desde los meses, uno puede ser considerablemente bastante, si lo contamos por días, incluso eterno, pero si lo vemos por semanas, la verdad es que cuatro se pasan muy rápido, y cerca de ___ quieres detener incluso los minutos.
Digamos que comenzaba a tener aquellos pensamientos negativos porque durante diecisiete años soporto estar sola, su mente le pedía a gritos una persona a la que pudiera convencer de que su personalidad es tan hermosa, y sin darse cuenta, desde que comenzamos a estar mucho más tiempo juntos, me convenció de que era realmente increíble estar con ella, porque cada parte de su ser la hace ser perfectamente imperfecta.
Ambos nos esforzabamos por convencer a su mamá de dejarla salir de su habitación, habíamos conseguido que dos veces a la semana ___ estuviera de un lado a otro por toda su casa, claro, yo la cargaba entre mis brazos para bajar por las escaleras, así que la señora Gisel tenía menos pendiente.
___ quería entrar a la alberca, jamás había estado en una y eso en serio me había sorprendido, sin embargo después de tanto insistir, por fin ambos entraríamos, claro que no solos, mis padres y los de ___ decidieron que era buena idea reunirse en casa de los Brown para comer juntos, por eso es que toda mi familia iba en camino a su casa, era la primera vez que nos reuníamos todos, como cuando éramos tan solo unos niños.

- ¿Cómo está ___? - Preguntó Jonathan, mi hermano mayor.
- ¿Cómo está de qué? - Pregunté pidiendo algo más específico.
- Físicamente, emocionalmente, en todos los sentidos -.

Jonathan no había podido verla, últimamente tenía poco tiempo en la semana y los fines los utilizaba para descansar o ponerse al corriente con sus tareas, él siempre se llevó bien con ___ así que era lógico que su emoción se notara por volver a verla después de años.

- Está mejor de lo que imaginas, en todos lo sentidos - Le aseguré.
- ¿De verdad? - Preguntó incrédulo.
- En serio, cada que pasan los días ella es más hermosa - Mis papás y Jonathan se me quedaron viendo, recién me daba cuenta de lo que había dicho.
- Mmju - Mencionó mi madre divertida.
- Así que, más hermosa, ¿Eh? - Continuo mi papá.
- No me digas que - No dejé que Jonathan dijera algo más.
- No, solo somos amigos, además, estoy diciendo la verdad, no es mi culpa que ella esté tan bonita - Mi mamá me miraba fijamente a los ojos, tratando de ver a través de ellos tal vez.

Mi papá tocó el timbre de la casa cuando llegamos, mi mamá no dejaba de verme y Jonathan de hacerme burla porque cree que 'me gusta ___'.

- Tú, Christopher, mientes - Aseguró mi mamá.
- ¿Por qué? - Pregunté confundido.
- Cariño, ella no es solo una 'amiga' - Dijo haciendo comillas con los dedos, y por suerte, antes de que pudiera decir algo más, Carmen abrió la puerta.
- Niño Chris, señor Vélez, señora Vélez, joven Jonathan, que bueno es volver a verlos - Mencionó con una sonrisa.
- Hola Carmen, ¿Cómo has estado? - Preguntó mi papá.
- Muy bien, gracias, pasen, bienvenidos - Dijo mientras se hacía a un lado.
- Gracias Carmen, que alegría verte de nuevo - Me dijo mi mamá.

Todos entramos a casa de los señores Brown mientras Carmen cerraba la puerta.

- Los señores Brown están en el jardín, vamos - Nos indico Carmen.
- Carmen, ¿___ está arriba? - Pregunté antes de caminar.
- Sí mi niño, lo está esperando - Me confirmo.
- Bien, gracias, iré con ___ mamá, después los alcanzamos -.
- De acuerdo - Mi mamá me sonrió pícaramente mientras ella, mi hermano y mi papá seguían a Carmen.

Yo negaba con la cabeza mientras subía rápidamente las escaleras, ya quería ver a ___.

- ¿Puedo pasar princesa? - Pregunté antes de entrar.
- Sí Chris, pasa -.

Abrí la puerta y entonces la ví, estaba parada frente al espejo mirando como se veía con lo que traía puesto, un traje de baño de dos piezas color rojo, vaya, rojo.

- ¿Crees qué deba bajar así? Siento que me falta busto para llenarlo, y del trasero mejor ni hablamos - Mencionó mientras se miraba de perfil, de frente, por detrás, dando mil vueltas.

Yo no podía dejar de reír, ¿Cómo no lo notaba? Se veía hermosa.

- ¿Busto para llenarlo? ¿Trasero? ___, te ves preciosa así, perfecta, no necesitas nada más para que luzcas ese traje de lo mejor - Dije con seguridad y diciendo solo la verdad.
- Lo dices porque no me me quieres hacer sentir mal - Mencionó afligida.
- Lo digo porque es la verdad, te estoy viendo con ojos de hombre, fuera de una amistad, del cariño, te ves hermosa -.
- ¿En serio? - Preguntó mientras me miraba a través del espejo sin dejar de sonreír.
- Te lo prometo, jamás te mentiría - Ella se dió la vuelta y se acercó hasta mí.
- Ok, entonces bajaré así, pero será mejor que me ponga aquel vestido encima, no querrás bajarme casi desnuda -.
- Yo no dije nada - Dije divertido.
- Chris - Ambos reímos mientras ella me abrazaba y dejaba un beso en mi mejilla - Que bien hueles - Mencionó con la nariz cerca de mi cuello.
- ¿Te gusta? -.
- Sí, hueles, distinto -.
- ¿Te gusta más que huela así o como siempre? - Pregunté, me interesa su opinión.
- Bueno, me gusta que seas versátil, así que ambos olores me agradan -.
- Vaya señorita, que buen criterio -.
- Lo sé - Ella río mientras tomaba su delgado vestido amarillo, se lo puso encima del traje de baño y se colocó unas sandalias en los pies que hacían juego con el bonito vestido.

No pude evitar mirarla fijamente, es que, no podía negarlo, ___ es hermosa de mil formas, que estúpida sería la persona que no lo notara.

- ¿Vas a cambiarte o seguirás mirándome así? - Preguntó mientras ladeaba la cabeza y se sonrojaba - ¿Por qué me miras así? -.

¿Qué debía decirle? ¿Por qué me gusta verte? ¿Por qué te ves hermosa? ¿Por qué con cada día que pasa confirmo que eres preciosa en todos los sentidos? Creo que todo me llevaba a una sola cosa.

- ¿Te molesta que te vea? - Pregunté curioso.
- No, ¿Por qué me iba a molestar? Pero, no lo entiendo, es raro que me mires así, aunque llevas tres días haciéndolo - Que bueno que lleve la cuenta, algo estoy haciendo bien.
- ¿Los has contado? - Pregunté sorprendido.
- Sí, pero tú no te das cuenta -.
- Claro que me doy cuenta, me gusta mirarte - Me sincere.
- ¿Por qué? - Preguntó con sorpresa.
- Porque así admiro tu belleza -.