Capítulo 25- Hermanos Del Alma

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Y el tiempo se paró... en este momento no quisiera estar en ningún otro lugar, aquí sentada en las piernas de Max mientras parece que volamos por toda la naturaleza que nos rodea, viendo el horizonte del mar, viendo además otras tirolesas que supongo nos vamos a subir también a ellas y estoy super emocionada por eso.

Pero tristemente llegamos a la siguiente plataforma, Max se trató de parar despues de que lo desanclaran  de mi a lo que  yo pude poner los pies en el suelo y me comenzaron a desanclar igual que a Max.

-Gracias, Max- digo rápidamente para ir a abrazarlo, si no hubiera sido por el no hubiera sentido todo eso, no me habría animado a abrir los ojos o siquiera a levantar los pies para salir de la plataforma de inicio.

-Me alegra que te haya gustado - contesta mientras sigue a mi abrazo de una forma tierna y cálida

Si me hubieran dicho cuando conocí a Max que seríamos tan unidos me hubiera reído a carcajadas por la broma, pero no puedo creer que ahora esté abrazando a ese mismo Max que tanto odiaba unos meses atrás, parece como si fuera una persona diferente.

-¡Si lograste salir, Mía! - la voz de Matías me sacó de mis pensamientos a lo que di un salto del susto

No me di cuenta cuánto tiempo nos habíamos quedado ahí abrazados, es raro... Me siento un poco incomoda pero trato de disimularlo dándole una sonrisa a Matías que acababa de llegar mientras le quitaban su anclaje a la polea que estaba en el cable.

-Si... al inicio no quería abrir los ojos pero luego Max me lo pidió y... ¡Es fantástico! Es como si estuvieras volando- le contesto a Matías

-¡Lo es! Sabía que cuando lo intentaras ibas a perder el miedo

-¡Y lo hice! Ni siquiera recuerdo porque tenía miedo - le contesto emocionada y luego volteo a ver a Max... Pero su alegría se había esfumado de pronto, aún así le pregunto -¿Cuántas más nos faltan? ¿Son muchas?

-Ehh... si... no recuerdo bien cuantas son, pero si es un recorrido largo- me contesta mientras sonríe un poco, luego voltea a ver a Matías y se va a la plataforma para la siguiente

Me siento un poco decepcionada, no por su respuesta... Me siento decepcionada por que me esperaba que siguiera alegre y porqué... quería volver a la tirolesa con él, supongo que como ya vio que perdí el miedo no necesitaría otra vez de su ayuda.

-Hey- me vuelve a hablar Matías sacándome de nuevo de mis pensamientos - De verdad estoy muy feliz por ti- me comenta mientras se acerca para abrazarme calidamente, le contestó el abrazo con una sonrisa al recordar el hermoso y lindo recorrido que acababa de dar, pero en ese instante escucho como Max se va alejando por la tirolesa.

...

Me volví a deslizar por las demás tirolesas... Yo creo que fueron cerca de diez, y fue estupendo, cuando me fui yo sola me sentí libre, pero... en cierto modo nunca volví a sentir lo mismo que la primera vez, yo creo que fue por la emoción y el miedo combinados... o tal vez porque esperaba morir y no me pasó nada.

Terminamos todo el trayecto de las tirolesas, terminando en una enorme y hermosa tienda de regalos; yo y mis amigas (las cuales estaban tan emocionadas como yo por su nueva experiencia) comenzamos a ver todos los recuerdos que habían: peluches de varios animales que se encontraban ahí en el parque, esferas con un paisaje parecido al que había aquí, gorras, llaveros, etc. Pero lo que más me gustó fue ver las fotos que tomaban mientras usábamos las tirolesas, yo nunca me di cuenta de que nos tomaron fotos, Karla dice que se dio cuenta de eso ya hasta el final, pero Isa se enteró que tomaban fotos desde la segunda, entonces todas las demás fotos sale sonriendo, haciendo caras extrañas, fingiendo volar como superman y fingiendo que se caia, no podía parar de reír por sus fotos, luego me enseñaron las mías, y con la primera foto sentía como si se me terminará el aire, como si mi corazón se parara por un instante... supongo que al recordar lo que sentí la primera vez... estábamos Max y yo en la tirolesa, yo sentada en sus piernas mientras volteaba a ver todo con asombro, supongo que lo tomaron justo cuando abrí los ojos y Max tenía su mirada puesta en mi expresión mientras sonreía satisfecho.

Los pobres no se mezclan con los ricosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora