Capítulo 27- El Cenote

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Y ninguno se fue, no querían que me sintiera mal por perderme tantas cosas, pero aún así me siento mal porque ellos se lo hayan perdido por mi culpa, y además Max quiere que vaya con él a un lado... creo que lo planeó antes de que todos decidieran quedarse aquí hoy, pero la verdad no me quejo, me la estoy pasando super bien con todos aquí, me hacen reír a cada rato y no tengo la necesidad de mover mi pie; hace rato Max le habló a un doctor para que me revisara, él cual milagrosamente llegó más rápido de lo que me esperaba, me dijo que tenía un esguince y que como lo he usado mucho se ha estado empeorando e hinchado más de lo normal, así que me dio muletas, vendas, pomadas, medicina y la indicación de seguir cuidando de mi pie por unas semanas.

Justo ahora estoy en un helicóptero a varios metros del suelo viendo paisajes preciosos, la verdad es que cuando Max me pidió que subiera pensé que era una broma, pero luego recordé que con quien estaba hablando era con Max, así que lo que me estaba diciendo era en serio; me subí al helicoptero y después de darme unos grandes audífonos para que tanto ruido de las aspas del helicoptero no me dañe mis oídos, me puse el cinturon de seguridad y después de revisarlo diez veces para saber que estaba bien puesto, el helicoptero comenzó a despegar.

Había varios espacios verdes, otros llenos de agua azul, pero cuando pasamos en partes que habían las dos cosas eran simplemente hermosos, y después de alejarnos aún más de la orilla veo que hay un pequeño espacio con tierra donde está más alejado, ahí se dirige el helicoptero y comienza a descender, volteo a ver a Max confusa por haber llegado a una pequeña isla y lo sorprendo viéndome con una sonrisa de oreja a oreja, clavando sus ojos azules en mi cara de confusión.

—Max... ¿Qué hacemos aquí? —pregunto

El solamente sonríe y baja del helicoptero para después alcanzar mi puerta y ayudarme a bajar de él, se puede decir que ésta isla es igual a la orilla de la playa que hay en su casa de playa... así que no había tanta necesidad de pararnos en ese lugar.

Max me ayuda a darme las muletas que había comprado para que yo las usará por mientras, y me ayudó a caminar al inicio, pero después se estresó de que fuéramos tan lento y terminó cargandome cómo a un bebé, no sé por qué suelen hacer eso, si no soy tan liviana, hacen parecer que peso tanto como una pluma, aunque ya sé que no es así.

Después de mis quejas por haberme asustado al comenzar a cargarme comienzo a notar que en realidad no estaba caminando por la orilla, sino que va entrando a otra parte, una... ¿cueva? O... Algo parecido, parece una gran cueva, pero justo en medio de ahí parece que tiene un lago hermoso y cristalino como el mar, y arriba de ese lago hay un gran agujero en la cueva haciendo que la luz del sol brille en el lago, es algo extraño pero mágico, ya que en las paredes de la cueva esta lleno de plantas de un verde vivo y hermoso.

—Wow— exclamo sin recordar que aún sigo en los brazos de Max

—Te sorprendes por cosas muy simples— se ríe mientras me deja en una silla que ya estaba instalada, la cual no había notado su presencia

—¿Cosas simples? — pregunto sorprendida —¿Una cosa simple es viajar en helicoptero a una isla donde hay una cueva hermosa?

—No es una cueva, es un cenote

—Salud

—No— se ríe un poco y me vuelve a repetir —Aquí, el lugar donde estamos es un cenote

Y comienzo a verlo más detalladamente el lugar... Además del hermoso lugar había una mesa pequeña y elegante con mantel, platos y cubiertos preparados, un centro de mesa de flores y dos sillas blancas de madera, a lado teníamos algunas antorchas que nos ayudaban a tener un poco de más luz en la mesa.

Los pobres no se mezclan con los ricosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora