Capítulo 1- Así Es Mi Vida

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Nunca me quejo de lo que tengo, se que soy afortunada de tener techo, agua y comida, tengo a mis padres y mis mejores amigas que me han ayudado a pasar por varias cosas difíciles, que a su lado lo hacen ver más fácil.

Estudio en una escuela pública junto con mis mejores amigas: Karla e Isa, ellas, al igual que yo, somos... humildes, pero cada vez que alguien gana algo o tiene más que la otra, inmediatamente nos lo compartimos y nos apoyamos con los pagos que se necesiten; las quiero como si fueran mis hermanas, literalmente las conozco desde que tenía pañales, nuestros papás eran amigos de la escuela y siempre se juntaban mientras nosotras de bebes nos veíamos como hermanas, también junto con mi hermano... no me gusta hablar de ese tema.

El fin, Karla es la inteligente, Isa es la deportista y yo soy la artista, tenemos diferentes personalidades pero nos complementamos en cada cosa que hacemos. Trabajamos, estudiamos y nos divertimos juntas, no nos falta nada más mientras estemos juntas.

—¡Mía! — escucho el grito de Karla, a lo que me asusto y doy un pequeño grito ahogado.

—¡Dios! No me asustes así — reclamé

—Perdón — se rio un poco antes de seguir — es solo que te estaba preguntando algo que no me contestabas

—¿En quien pensabas pícara? —preguntó Isa, subiendo y bajando cejas en forma graciosa

— No recuerdo— me reí —estaba en la luna

—¿Cuando no? —dijo Isa, a lo que las tres reímos

— Les estaba preguntando que como se les había hecho el examen—preguntó Karla

— ¿Ves esa popo de perro a lado del basurero? — le pregunté a Karla y ella con mirada extraña asintió con la cabeza — eso es lo que opino del examen

—¡Yo igual! — rio Isa —odio los exámenes sorpresa

—¡Ay! No estuvo tan mal— dijo Karla

— Si fuera tu se me hubiera hecho super fácil, pero aunque me la pase estudiando toda la semana antes de un examen, apenas los paso, tu solo lo lees una vez y sacas la mejor nota—se quejó Isa

—¡Exacto!, yo ni recuerdo que comí ayer y ya quieren que les diga lo que pasó cuando yo ni existía o que haga ecuaciones que no creo que lo vaya a usar en mi vida— dije

—¡Pero es divertido!

—¿Que parte?— preguntamos Isa y yo al unísono.

— Ya hay que dejar este tema— se ríe —Creo que ya nos tenemos que ir a trabajar

—Si, yo creo que... — una voz me interrumpió

—¡Karla! — gritó un maestro saliendo del edificio llamando nuestra atención —¡Karla!

—¿Que pasó? — preguntó ésta nerviosa

—¿Crees que podamos hablar un momento?

—Claro

—Creo que es algo personal... —dijo el maestro

Las tres nos miramos al mismo tiempo con caras misteriosas, ¿para que quiere hablar con ella a solas?

—¿A solas? —preguntó Karla esta vez más nerviosa

—Tranquila, no te voy a hacer nada, si quieres Isa y Mía se pueden quedar fuera de la oficina del director para que te sientas más tranquila

—¿En la oficina del director? — y ahora se escucho más nerviosa —¿Pero que hice?Les juro que yo no hice nada malo, yo solo... —se le empezaron a llenar sus ojos de lágrimas y me acerque a calmarla

Los pobres no se mezclan con los ricosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora