Llegamos a los establos, un olor de paja y madera llega rápidamente a mis fosas nasales; todo el establo está hecho entre mármol y madera rojiza, haciendo que todo se vea como un rústico moderno, se ve que con tan solo pararse en este lugar te debe de costar una fortuna, dejar aquí a tus caballos y estudiar sería muchísimo más de lo que yo ganaría en toda mi vida.
—Max, solo quiero que me entiendas— la voz de Matías hace que nos detengamos a unos pasos de dónde provenía esa voz.
Sé que están dentro del establo donde dice en la entrada "Blanco", el cual debe de ser el lugar donde la familia de Max guarda su caballo
—Sal de aquí, te hablaré cuando gane la competencia— se queja Max
—Max, entiende que no eres el único que tiene sentimientos aquí
—¡Eso ya lo sé! ¿Crees que no me ha quedado claro desde el inicio? ¡Ya sabía que Mía te quería! Y seguramente tú también, pero decidiste irte con Rebecca, yo me quedé aquí con ella... Y ahora no me parece justo que estés con Mía solo porque Rebecca ya tiene a alguien más, no se merece esto
—Eso no es lo que hice, me fui pero tenía mis dudas, allá me...
—No me cuentes de nuevo esa historia, ya me la sé de memoria, pero ¿sabes algo? Cuando entendí lo que sentía por Mía ¡Nunca! Tuve dudas
—Tú ya sabes lo que Rebecca y yo teníamos, no estás siendo justo
—Nunca soy justo, eso ya lo debías de saber si eres mi amigo de toda la vida... Corrección, si "eras" mi amigo, y como yo si era tu amigo si entiendo lo que sentías por Rebecca; pero lo que no me gusta es que tú eres el que me habla de lo justo y no haces nada justo, dejas a Mía, te vas con Rebecca, y ya cuando te está superando Mía llegas y la vuelves a confundir para que esté contigo justo cuando quieras
—¡Yo no soy así! Tu lo sabes, yo nunca haría eso, no pelearía por alguien a quien no me importa de verdad... Pensé que me conocías— dice en tono decepcionado
—Yo también creí que te conocía
Siento como si mi corazón se parara... Él está furioso con Matías, pero no por querer estar conmigo... Si no, porque cree que me está usando.
Volteo hacia mis amigas las cuales me están viendo con cara de intriga, como si quisieran saber que es lo que estoy pensando en ese momento, también Stephan y Carlos me están mirando, pero ellos con cara de preocupación, supongo que porque se preocupan de lo que sus amigos sientan por mi, ya que está pelea si es muy fuerte.
Escucho pasos dentro del establo donde se encontraban Max y Matías, segundos después me encuentro cara a cara con Max; tiene su ceño fruncido pero al verme se relaja un poco, sabe que lo estábamos escuchando, quiere decir algo pero no puede, igual que yo, quiero decirle tantas cosas, pero mis pensamientos no se organizan y no puedo lograr formular ni una palabra. Después de unos largos segundos se va con paso decidido hacia la dirección contraria a la que nosotros veníamos
—Hola chicos— saluda Matías apenado
Nuestras caras delatan que hemos escuchado toda la conversación, no podemos disimular ahora que no ha pasado nada
—Voy a ir a hablar con Max— comenta Carlos antes de ir hacia la misma dirección a la que Max fue
—En un rato los alcanzo— le avisa Stephan
Carlos hace un movimiento con la mano para dar a entender que si alcanzó a escuchar a Stephan.
—Hola, cuñado— habla Isa para alejar la tensión que se había formado haciendo que los presentes sonrieramos un poco ante su broma
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Los pobres no se mezclan con los ricos
Teen FictionTodo era normal, todo era tranquilo si se le podía llamar así a mi vida, hasta que una de mis mejores amigas obtuvo una beca en la mejor escuela privada del país, una escuela en la que sólo pueden pagar los ricos, pero la cuestión aquí es que ella...