Capítulo 17- Pijamada Con... Max

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Siento como alguien prende la luz, me quejo... ¿Porque siempre Karla se quiere levantar tan temprano? Me remuevo en mi cama cálida y me cambio de lado para acomodarme mejor, pero siento que alguien está a lado de mi... abro mis ojos lentamente ¡Max!.

Instintivamente todos los recuerdos de ayer regresan a mi cabeza, me siento en la cama de la tienda de cosas para el hogar en donde estaba dormida, ¿cuando me cobijé?, volteo hacia mi izquierda y está la olla con agua que había puesto para la toalla que no se donde habrá quedado, volteo a la derecha y está una chica que supongo que trabaja aquí mirando la escena espantada.

Le doy golpes rápidamente en el brazo a Max para que se despierte pero el solo se queja y se pone la almohada en la cara.

-Si me vienen a despertar los despido- dice con voz ronca a lo que ruedo los ojos

-Entonces despidamonos de nuestra libertad porque creo que vamos a ir a la cárcel

Al parecer mi voz hizo que el recordará donde estábamos y donde habíamos dormido esta noche.

-Pero qué... - y la mirada de Max se cruza con la chica de la tienda, la cual ahora estaba más espantada por ver que esaba con un hombre en la cama.

-No es lo que parece... - le digo tratando de sonar calmada

-¿Cómo entraron?

-La puerta estaba abierta... - miento

-¿Porqué entraron?

-No teníamos donde dormir

-Debo llamar a la policía - dice mientras se acerca al teléfono en el cual quería llamar a mis padres ayer pero no me respondieron

-¡No! -grito -Perdón, es solo que cerraron la plaza, nos dejaron dentro, el tenía fiebre y...

-¿Y forzaron la cerradura para abrir?

-Exacto- dice Max a lo que le doy un golpe en el brazo -Perdón, no, no forzamos la cerradura... - Se corrige -Solo fuiste tu- dijo esta vez pero solo en un susurro para que yo lo oyera

-Y tomaron las cosas de la tienda como si fueran suyas- continuó

-¡Se las compro! - digo rápidamente -La olla y la toalla, la cama es muy cara- le aclaro

-¿Policía? - comienza a hablar en el teléfono a lo que yo salgo corriendo de la cama para detenerla pero se retuercen las sábanas en mis piernas y me caigo

-¡Te doy cinco mil pesos si no dices nada! - le dice Max rapidamente

-Hecho- dice la chica colgando el teléfono a lo que yo miro incrédula a Max por la facilidad que tiene de arreglar las cosas.

...

Después de esa extraña escena, salimos de la tienda, Max aún usando mi sudadera y mi manta como pantalón, y yo con la misma ropa de ayer y con mi mochila en la espalda, Max decidió entrar a una tienda y comprarse ropa nueva para ponerse antes de que se llenará la plaza, el vendedor hizo una cara extraña al verlo entrar de la forma en la que estaba vestido, aunque trató de ocultarlo se le salió una pequeña carcajada cuando entramos a la tienda, Max terminó saliendo con ropa nueva, de marca y muy elegante, salimos de ahí y volvimos a comprar otro chocolate caliente antes de salir de la plaza.

-Lo bueno es que hoy no hay clase, pero me pude haber dormido más

-Lo mismo digo, yo al principio pensé que Karla... ¡Oh, no! Isa y Karla... Deben de estar preocupadas, no llegué en la noche y hoy debíamos de ir a nuestras casas... No tengo teléfono, no les puedo marcar y tu... tampoco tienes teléfono y... en ese rincón sigue tu ropa mojada - le digo señalando en el rincón donde lo había encontrado ayer empapado y le pedí que se pusiera mi manta.

Los pobres no se mezclan con los ricosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora