Ya han pasado un par de horas y Matías no ha regresado, mi cabeza no para de dar vueltas a lo que acaba de pasar hace unos momentos... ¿Ya lo sabía? ¿Ya terminaron? ¿Porqué no nos dijo?.
Mil preguntas se me juntan en mi mente y no puedo saber ni una de las respuestas y sé que ninguno de los que están a mi lado tampoco lo saben.Todos estamos en la sala de televisión, solamente que no estamos viendo nada, ni estámos hablando, todo es silencio, nadie sabe que decir, llegamos a nuestros lugares en silencio y nos hemos quedado sentados unos en frente de otros sin decir una palabra de lo que acababa de pasar; es obvio que ninguno se esperaba esa noticia y lo peor es que estamos esperando que regrese Matías para saber como se siente pero ya ha pasado bastante tiempo y no ha regresado, al inicio Carlos dijo que sería mejor que lo dejáramos solo para que pudiera procesar la información, pero ya ha pasado bastante y ni siquiera sabemos donde está... ¿Y si le pasó algo?
—¡Soy un idiota! —exclama Stephan parándose de repente del sillón donde se encontraba sentado haciendo que todos nos sobresaltos del susto por el grito tan repentino—Si hubiera leído esa maldita noticia antes de anunciarla y narrarla como la mejor noticia que pueda existir...
—No es tu culpa— digo en voz baja para que se tratara de calmar —Pensabas que hablaba de la boda de tu amigo, nadie sabía lo que pasaba
—¿Porqué no nos contó nada? —preguntó esta vez Max sin apartar la vista de un punto sobre la pared
—¿Crees que él ya lo sabía? — pregunta Carlos
—Claro que si, conocemos a Rebecca, ella no sería capaz de tomar esa decisión por sorpresa para que Matías sufriera... debe de haber una explicación... — comenta Stephan haciendo que mil preguntas más llegarán a mi cabeza
—Entonces no nos tiene confianza... una amistad desde que tenemos memoria y no tiene la confianza de decirnos que pasó con su amor de toda la vida— dice enfadado Carlos mientras se golpea con su puño en la pierna tratando de controlar su enfado
—No creo que haya sido así— lo trata de calmar Karla
—Exacto... Tal vez solo no los quería preocupar— dice esta vez Isa, que extrañamente había estado callada hasta ese momento... es de las personas que más hablan en este mundo, pero creo que claramente esta situación nos sorprendió a todos
—¿Pero que pasó? ¿Qué cosa tan mala pudo haber pasado para que Rebecca se terminará casando con otro... ¡En cuestión de días!? — exclama Stephan
Max seguía sentado en su sillón viendo a un punto fijo en la pared, como si con eso la pared le revelara todos los secretos de las preguntas que se le pasan por la mente.
—¿Qué quieres que te conteste si no soy adivino? — le pregunta Carlos con tono de enfado
—Tranquilos— les pido desesperada por tantos gritos y preguntas que obviamente nadie podía responder en ese momento—Esta noticia nos pegó de sorpresa a todos y tan fuerte como una bofetada, de nadie es la culpa de lo que haya pasado y tampoco es momento para enojarse con Matías, a él es el que le debe doler más la noticia...
—¡Pero nos debió de haber contado! —contesta Carlos aún enfadado
—¡Y no sabemos por qué no lo hizo! —le contesto del mismo modo —Cada uno tiene sus razones, y a todas estas preguntas solamente una persona nos puede responder... y es Matías, así que calmense y en lo que debemos de preocuparnos realmente es en buscarlo, está afuera, de noche y acaba de escuchar una mala noticia...
En ese momento un sonido fuerte me interrumpe... un trueno ¿está comenzando a llover? Todos volteamos hacia la puerta de cristal que da hacia la alberca, viendo como unas pequeñas gotas comienzan a chocar contra ella.
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Los pobres no se mezclan con los ricos
Ficção AdolescenteTodo era normal, todo era tranquilo si se le podía llamar así a mi vida, hasta que una de mis mejores amigas obtuvo una beca en la mejor escuela privada del país, una escuela en la que sólo pueden pagar los ricos, pero la cuestión aquí es que ella...