Otra vez era Lunes... ¿Porqué el lunes es tan lejano al viernes y el viernes tan cercano al lunes?
Ayer nos habíamos regresado en la noche, mi mamá se había encargado de darnos todos los asados y guisados que habían sobrado el sábado, yo les dije que no eran necesarios pero insistió así que no me pude negar, ésta vez me costó más trabajo despedirme de mis padres, ya los extrañaba más y quería quedarme más tiempo con ellos, pero con un fuerte abrazo el cual esperaba que nunca se acabara, me despedí de ellos y salí para regresar de nuevo al departamento.
Solamente Isa y Karla saben lo del teléfono que me regaló Max, no les iba a decir a mis padres que un amigo decidió regalarme un teléfono, sería raro, y además no siento que sea mio, siento que es de Max, me decidí que hoy al verlo se lo regresaré y después de eso voy a correr para que no me lo devuelva. Se que parezco niña pequeña pero en situaciones extremas, hay que hacer cosas extremas.
Tuve mi primera, segunda y tercer clase, pero para ser sincera no prestaba atención, estaba recordando el fin de semana con mi familia, todas las risas y los abrazos que tanto extrañaba... pero también recordé lo que me había dicho mi mamá... tengo Amnesia y seguramente Claudia sabe algo de lo que me pasó, pero por alguna razón no me lo quiere decir... ella fue la que estuvo cuando mi hermano se puso mal y cuando yo me golpee la cabeza, no le he dicho nada a Karla ni a Isa pero necesito saber que fue lo que pasó.
Es receso, Isa está usando ésta hora para nadar y Karla para buscar algunos libros que quiere leer de la biblioteca, yo en cambio me voy al edificio de artes con la esperanza de que Matías no esté ahí, la última vez que lo vi fue cuando nos descubrió a Rebecca y a mi hablando sobre él, no sé qué habrá escuchado Matías, solamente espero que no la parte en la que me incluye.
Entro al edificio y no hay nadie, suspiro de alivio y entro para dejar mis cosas a lado de la puerta y tratar de avanzar con mi cuadro con texturas, la verdad es que voy bien, estoy haciendo un árbol que se ve oscuro, porque está en un atardecer hermoso degradado, el árbol lo estoy haciendo con textura de papel y pegamento, la parte de la arena con pintura granulada y las hojas del árbol con plastilina y pegamento... espero que quede bien.
Tardo varios minutos en terminar cada una de las hojas hasta que por fin acabo, solamente faltaría pintarlo y...
—Sabía que te iba a encontrar aquí — escucho la voz de Matías, a lo que me asusto
No había escuchado cuando se abrió la puerta... ni que se cerró, esta caminando hacia mí, pero no tiene buena cara, parece que está... enfadado.
—Hola— digo tratando de sonar normal pero se escuchó mi voz un poco quebrada por el susto
—¿Me quieres explicar porque estabas hablando de mi con Rebecca? —preguntó enfadado
Abro los ojos como platos, la única vez que lo vi enfadado fue la última vez que lo vi, pero esa vez parecía que se contuvo más que ésta, ahora si me está asustando
—Yo no... yo solo... ella vino... — trato de hablar pero por el miedo y la impresión de ver a Matías tan enfadado no se por donde empezar —Ella quiso hablar de ti, estaba preocupada
—¿Preocupada por mi? Si no soy un niño— dice más para el que para mi, pero por el miedo me siento en el banco que estaba detrás de mi, como si ahí no me pudiera gritar ni reclamar nada
—Matías, calma...
—¿Que me calme? Si mi novia me quería regalar, en lugar de romper y hacer bien las cosas, solo te pidió que te quedaras conmigo, como si yo fuera una carga
—No eres una carga Matías
—Y además tu en lugar de solo callarte me defiendes y le ruegas que no se valla para que yo esté bien, ¿que crees que eso no lo puedo hacer yo? ¿Que no tienes dignidad?
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Los pobres no se mezclan con los ricos
Ficção AdolescenteTodo era normal, todo era tranquilo si se le podía llamar así a mi vida, hasta que una de mis mejores amigas obtuvo una beca en la mejor escuela privada del país, una escuela en la que sólo pueden pagar los ricos, pero la cuestión aquí es que ella...