Karla y yo salimos a la parada de autobús para que nos llevara al mercado, Luis ya se había ido, pero además ya ha hecho bastante por nosotras como para que también nos lleve a más lados.
Una vez en el mercado comenzamos a buscar las frutas, azúcar y entre otras cosas de la lista que nos había pedido. No puedo evitar pensar en las peleas de ayer... Con Max todo iba bien y terminó golpeando a la cita de Isa, y luego Isa se enojó conmigo porque siempre hablo de mi y no me preocupo por ella... Si me preocupo por ella... ¿Porque no lo sabe?
—¿Estás bien?— Me pregunta Karla mientras escoge buenas manzanas
—¿Eh?... Si... Si, estoy bien— digo un poco ida
—No es cierto, te conozco— dice mientras guarda las manzanas para después agarrar otra bolsa y dirigirse a las fresas —Dime que pasa, y carga las bolsas, ya no puedo con estás y tú no estás cargando nada, además estás escogiendo cilantro y Nadia quiere perejil— se queja a lo que me río aceptando la bolsa que me tendía para continuar escogiendo fresas
—Es que se parecen— me excuso—¿Y para que quiere perejil? ¿Para que lo usa?
—No lo sé, pero está en la lista— dice riendo —Pero ya cuéntame, ¿Que tienes?
—Es solo que... Ayer todo iba tan bien... Con nosotras, con Max, y después todo... se hizo popo
—¿Se hizo popo?— pregunta divertida
—Bueno... Todo se hecho a perder... cómo esa fresa, esa no la agarres — le digo señalando una fresa que se encontraba en la sección de a lado de nosotras
—¿Ese no es...?— pregunta Karla sin terminar la oración
—Si, de verdad está hechada a perder, ya está más café que roja
—No me refiero a eso, ¡Ese!— dice Karla señalando algo en el fondo
Dirijo mi mirada hacia allá para encontrarme con Omar caminando con una chica linda sonriendo.
—¿Quién es ella?— pregunto enfadada
—Tal vez es su hermana— dice Karla para tranquilizarme
—¿Crees que debamos saludar?— le pregunto
—No sé cómo esté después de la cita... O podemos caminar casualmente cerca de él y que nos saludé el primero, así sabremos si está enojado o no
—Buena idea
Pagamos rápidamente la fruta que habíamos escogido, para dirigirnos rápidamente hacia el otro puesto en el que estaba Omar y fingir que estábamos viendo los dulces que vendían ahí.
—... y te juro que no me dolió— le dice Omar a la chica —además... el terminó peor que yo
—Ya me lo dijiste mil veces, pero ni siquiera me dices quien era— le contesta la chica
—Era un GH— le contesta y con eso veo de reojo como a la chica casi se le salen sus ojos de su cabeza...
Giro la cabeza hacia Karla y veo que ella está igual de intrigada que yo, le pregunto articulando con los labios y sin hacer ningún sonido: "¿Habla de la cita?" Pero ella solamente levanta sus hombros ya que ella tampoco entiende lo que pasa
—Estas bromeando, ¿Que haría un GH en tu cita?
—Al parecer salía con una de las amigas de Isabella
—¿Qué?¿Quién?— pregunta la chica confundida
—Max— le contesta Omar a lo que abro los ojos como platos
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Los pobres no se mezclan con los ricos
Ficção AdolescenteTodo era normal, todo era tranquilo si se le podía llamar así a mi vida, hasta que una de mis mejores amigas obtuvo una beca en la mejor escuela privada del país, una escuela en la que sólo pueden pagar los ricos, pero la cuestión aquí es que ella...